Aunque ser mujer y periodista en Somalia es peligroso, después de un año, seguimos adelante

12 de Abril de 2023

Bilan es el primer medio de comunicación de Somalia formado y dirigido exclusivamente por mujeres con total independencia editorial. Cubre información seria y reportajes profundos, y está financiado y apoyado por el PNUD e instalado en Dalsan Media Group, en sus oficinas de Mogadiscio.

Foto: PNUD Somalia

Desde que Bilan -único medio del país integrado en su totalidad por mujeres- se creó en abril del 2022, hemos cubierto de todo: desde el VIH hasta los opioides. Ahora queremos convertirnos en un medio global. 

Ser periodista en Somalia es una tarea de riesgo, sobre todo si eres mujer. Más aún si deseas darles cobertura a temas tabú. Pero eso no va a detenerme ni a mí ni a mis colegas de Bilan (disponible en inglés), el único medio del país integrado en su totalidad por mujeres y que celebra su primer aniversario. Después de todo, Bilan es un vocablo somalí que significa “arrojar luz”. 

Uno de los asuntos más difíciles que he tratado es la drogadicción entre mujeres de Somalia (disponible en inglés). Decidí hacerlo luego de que encontraran sin vida en las calles de Mogadiscio a una influencer de las redes sociales de 22 años a causa de una supuesta sobredosis de opioides. Nadie quería hablar sobre el número creciente de mujeres jóvenes que se inyectan drogas o que toman pastillas porque era un tema que avergonzaba a toda la sociedad. 

Me tomó varios meses en convencer a alguien para que hablara. Las mujeres con adicciones sentían pánico de que sus padres se enteraran, pero las persuadí para que usaran una máscara que ocultara su identidad. Me pedían dinero para solventar sus hábitos. 

Los farmacéuticos que venden los opioides me amenazaban para que no escribiera la historia. Querían continuar ganando dinero con las personas con adicciones y tenían temor de quedar expuestos ante la policía. 

Cuando salió el informe, recibí ataques de compatriotas de Somalia que me acusaban de dañar la reputación del país al contar al mundo sobre este problema. 

Hubo momentos en los que quise darme por vencida, pero eso no está en mi forma de ser. Luego hubo buenas noticias. Un grupo de incidencia, Save Somali Women and Children (Salvemos a las mujeres y a los niños y niñas somalíes; en inglés), me llamó para ofrecer ayuda. Ahora se encuentran trabajando en una estrategia para abordar el abuso de sustancias entre mujeres. 
 

Fathi Mohamed Ahmed on the set of a television programme

Fathi Mohamed Ahmed es la editora jefa de Bilan, el único medio de comunicación de Somalia compuesto exclusivamente por mujeres.

Foto: PNUD Somalia

Bilan sufrió agresiones similares por informar sobre la gente que vive con VIH y SIDA, sobre otra historia de una mujer que desafió la hostilidad local (disponible en inglés) al recibir personas VIH positivo en su casa, y sobre adolescentes huérfanas forzadas a casarse de forma temprana y a las que luego abandonaban y debían criar a sus hijos en soledad. 

No obstante, gracias a narrar historias como estas, también hemos aprendido cuán solidaria y compasiva puede ser la gente. A nuestros teléfonos no dejaban de entrar llamadas de personas que querían donar dinero. El Ministerio de Salud decidió intervenir y prestar apoyo a personas VIH positivo sobre las que habíamos escrito, en especial a un hombre de 75 años forzado a vivir en la calle. 

También nos enfrentamos a abusos por el simple hecho de salir a trabajar. Nos gritan en público que nos volvamos a casa, que ese es nuestro lugar. Las agresiones se volvieron todavía más intensas cuando estaba embarazada de mi tercer hijo. Ahora lo llevo conmigo al trabajo; allí todo el equipo lo cuida en la oficina, que además es un lugar seguro para las mujeres.

"Bilan no se limita a relatar las historias tristes que no se cuentan. Durante nuestro primer año, hemos informado tanto sobre temas positivos como negativos".

Muchas personas en Somalia consideran que el periodismo no es un trabajo aceptable para una mujer, pues piensan que las mujeres debemos quedarnos en casa a cocinar, limpiar y criar los hijos (disponible en inglés). Tomé la decisión de ser periodista de muy joven, pues pasaba horas escuchando la radio con mi abuela. Nunca le revelé esta aspiración a mis padres; a ellos les decía que por las tardes estudiaba computación después de la escuela. En realidad, iba a la universidad a estudiar periodismo en Mogadiscio. 

Cuando mi padre se enteró de la verdad, me dijo que abandonara la carrera de inmediato. Decía que el trabajo en los medios arruinaría mi futuro y que sería una vergüenza para la familia. Le respondí que no me detendría, que el periodismo era mi vocación. A la larga, mi padre cedió y ahora toda la familia se enorgullece de mí y mi trabajo. 
 

Bilan journalists interviewing people in a market

Bilan, cuyo nombre proviene de una palabra somalí que significa "arrojar luz", tiene el compromiso de que las historias y las voces de las mujeres sean escuchadas.

Foto: PNUD Somalia

Hemos superado grandes obstáculos para ser periodistas. La más joven del equipo, Shukri Mohamed Abdi, proviene de una comunidad rural donde el propio concepto de periodista no existe. En el clan la han insultado y amenazado a causa de su trabajo.

Hemos recibido amenazas de funcionarios de gobierno y de grupos islámicos. La familia de una periodista de Bilan resultó gravemente herida en un ataque de militantes que iba dirigido a ella. Todas arriesgamos la vida a diario, pues estamos en un país en el que hasta el problema más pequeño se resuelve con un arma. Cuando se han registrado más de 50 trabajadores de los medios de comunicación asesinados desde 2010, Somalia es el lugar de África más peligroso para ser periodista. Por octavo año consecutivo, el país viene ocupando el primer lugar en el índice mundial de impunidad del Comité para la Protección de los Periodistas.

No obstante, Bilan no se aboca solo a narrar historias tristes que nunca se han contado. Durante el primer año, informamos sobre temas positivos y negativos en igual proporción, incluida una nota sobre las mujeres de áreas urbanas que establecieron granjas (disponible en inglés) en las afueras de Mogadiscio y otra sobre una niña de 10 años que imparte clases de artesanías a personas adultas. Pero no todo son críticas; también recibimos elogios de gente que sostiene que el enfoque que le damos a las historias difiere del que le dan los periodistas varones.

A diferencia de otras trabajadoras de los medios de Somalia (disponible en inglés), nuestra labor periodística va de principio a fin. Elegimos qué historias contar y cómo contarlas. Filmamos, editamos, redactamos y presentamos las historias, estamos detrás y en frente de la cámara.

Muchas de estas aptitudes las adquirimos en el pasado. Se dice que nuestra manera de filmar es diferente de la de los colegas varones, porque nos enfocamos en aspectos que ellos apenas notan, como la forma en que las personas desplazadas (disponible en inglés) cocinan los alimentos y lavan la ropa.

Tenemos grandes planes para el segundo año. Vamos a llevar a Bilan a las regiones para forjar una red de reporteras a lo largo y ancho del país. Nos encantaría que surgieran otros Bilans en todos los estados federales miembros del país y en otros países también.

Bilan está llamado a ser global. Si pudimos establecer un medio compuesto íntegramente por mujeres en Somalia, es posible hacerlo en cualquier otro lugar del mundo.

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Fathi Mohamed Ahmed (disponible en inglés) es editora jefa de Bilan, medio compuesto y dirigido íntegramente por mujeres y con plena independencia editorial. Bilan cubre noticias difíciles y ofrece artículos exhaustivos para que se escuchen las historias y las voces de las mujeres. Bilan reciben apoyo y financiamiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y se aloja en las oficinas de Dalsan Media Group de Mogadiscio.

Este artículo se publicó originariamente en The Guardian (disponible en inglés).