Comprometerse a reducir la brecha digital en los países menos adelantados
8 de Marzo de 2023
Las múltiples crisis de los últimos años -desde la pandemia de COVID-19 y la inestabilidad política hasta los desafíos climáticos- han hecho retroceder el progreso del desarrollo mundial en casi todos los países. Los países menos adelantados (PMA), que son altamente vulnerables, se ven a menudo impactados de forma desproporcionada y son los más afectados por estas crisis en cascada.
Sabemos que la tecnología digital puede servir como motor para acelerar la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y que puede utilizarse para hacer frente a muchas de las crisis que se superponen. Sin embargo, los habitantes de los PMA se encuentran entre los más excluidos del mundo en el ámbito digital: solo el 36 % de la población de los PMA utiliza Internet, en comparación con el promedio mundial del 66 %. Múltiples obstáculos impiden a estos países beneficiarse plenamente de la tecnología digital y de las oportunidades que brinda:
Falta de infraestructura y escasa conectividad: aunque la crisis de la COVID-19 impulsó el desarrollo de infraestructuras para mejorar la conectividad en los PMA, más de una de cada seis personas sigue viviendo en zonas sin cobertura de banda ancha móvil. En las zonas rurales y remotas de los PMA, el elevado costo de la construcción de infraestructuras hace que solo el 28 % (en inglés) de la población rural utilice Internet. Adicionalmente, los PMA sufren con más frecuencia interrupciones de Internet debido a una conectividad desigual y poco fiable causada por una mayor exposición de estos países a los riesgos climáticos o a problemas del sistema en la infraestructura de soporte.
Bajo uso y poca accesibilidad a los dispositivos e Internet: además de la escasa conectividad, los elevados costos tanto de Internet como de los aparatos contribuyen al bajo acceso a Internet en los PMA. Solo el 36 % de la población en estos países utiliza Internet, frente al promedio mundial de 66 %. Tan solo el 8 % de los hogares en los PMA tiene una computadora y el 58 % de la población posee un teléfono celular. Incluso entre los jóvenes de esos países (grupo que suele impulsar la adopción de tecnología) solo el 47 % de los que tienen entre 15 y 24 años utilizan Internet. El precio en promedio de un smartphone representa el 53 % de los ingresos mensuales en los PMA. El costo del acceso a la red también es elevado, ya que el precio medio de la canasta de banda ancha fija representa el 185 % del ingreso nacional bruto per cápita media, mientras que el precio promedio mundial era de solo el 3,2 %. Estos factores, sumados a las normas culturales, afectan desproporcionadamente a los grupos marginados, como las mujeres: las estadísticas muestran que solo el 30 % de las mujeres de los PMA utilizaban Internet en 2022.
Deficiente alfabetización digital y adopción de tecnologías digitales: los niveles inadecuados de capacidades y competencias digitales se traducen en una menor adopción de la tecnología en los PMA. Por ejemplo, los estudiantes de algunos de estos países son más propensos a autoevaluar sus competencias informáticas como deficientes, lo que se manifiesta en una débil adopción y uso de la tecnología digital. Menos del 10 % de la población de los PMA realiza compras en línea, y en África, el uso de Internet con fines comerciales es en promedio del 7 %, oscilando entre el 20 % en Senegal y el 1 % en Rwanda. Además, la posesión de computadoras es baja: más del 90 % de las empresas encuestadas por el PNUD en Mozambique, Rwanda, Tanzanía y Uganda no tienen ni siquiera una.
Reconociendo las graves consecuencias de la brecha digital para el desarrollo, el PNUD se ha comprometido a abordar los obstáculos y las desigualdades resultantes con un enfoque basado en los derechos y en la inclusividad que abarque a toda la sociedad.
A nivel mundial, para garantizar una conectividad significativa para todas las personas, el PNUD trabaja con alianzas de múltiples partes interesadas, incluida la Comisión de Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible, la Coalición Digital Partner2Connect y la Edison Alliance para formular políticas y recomendaciones de políticas y promover la acción colectiva para cerrar la brecha digital a nivel nacional e internacional.
A nivel nacional, el PNUD se centra en abordar la brecha digital ayudando a establecer la agenda y las prioridades nacionales para la transformación digital, así como fomentando los ecosistemas digitales nacionales de los PMA:
- Dar forma a la transformación digital nacional mediante el desarrollo de estrategias digitales sólidas, marcos de gobernanza y regulaciones. Por ejemplo, en Mauritania, tras realizar una evaluación de la preparación digital, el PNUD ayudó a mejora la estrategia digital nacional del país centrándose en la inclusión digital. La necesidad de una conectividad confiable y una identidad digital segura como condiciones previas fundamentales para los servicios digitales gubernamentales ha sido reconocida y reflejada en las prioridades de transformación digital del país.
- Implementar infraestructuras públicas digitales seguras y confiables para garantizar una conectividad inclusiva y servicios fundamentales como el documento nacional de identidad digital o los pagos universales. En el Afganistán, por ejemplo, el PNUD mejoró un sistema de pago digital, permitiendo así una mayor inclusión financiera e interfuncionalidad para los proveedores de servicios financieros.
- Reforzar la alfabetización digital y aumentar el uso de Internet, especialmente entre los grupos con más riesgo de exclusión. Como en Bangladesh, donde el PNUD organizó talleres de capacitación digital para mujeres empresarias con el fin de impulsar la recuperación postpandemia. En Nepal, el PNUD trabajó con un banco local para empoderar a las mujeres rurales para que usen códigos QR y realicen transacciones digitales.
En el PNUD, nuestro compromiso de no dejar a nadie atrás nos impulsa a colaborar con los países y nuestros socios para el desarrollo con el fin de colmar la brecha digital en los PMA, reducir su vulnerabilidad ante las crisis y volver a situarlos en una tendencia positiva hacia el logro de los ODS con el poder de la tecnología digital.
Vitalii Zakhozhyi y Anoush Rima Tatevossian también contribuyeron a la elaboración de este artículo.