En el Día Internacional de la Democracia 2020, es importante reflexionar sobre las circunstancias únicas en las que nos encontramos este año y las consecuencias que COVID-19 está teniendo en los sistemas de gobernanza, las relaciones entre el Estado y la sociedad, y los derechos humanos. En algunos lugares vemos la centralización de los poderes ejecutivos, mayores presiones sobre la cohesión sociopolítica, alteración de las prácticas democráticas, incluidas las elecciones, falta de confianza entre las personas y los estados, erosión en la relación entre gobiernos locales y nacionales, y propagación de información errónea, así como falta de acceso a la información. La pandemia, con las perturbaciones y la incertidumbre que trae, también presenta oportunidades para que los actores corruptos aprovechen la crisis, particularmente en países con instituciones débiles.
Si bien esto es preocupante, COVID-19 también presenta oportunidades para hacer que las sociedades sean más inclusivas y resilientes tanto en la respuesta inmediata como en la recuperación de COVID-19 a largo plazo. Como dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres, “La mejor respuesta es aquella que responde proporcionalmente a las amenazas inmediatas mientras se protegen los derechos humanos y el estado de derecho”. El PNUD, a través de nuestro mandato único sobre cuestiones de gobernanza, también ha estado apoyando a los gobiernos para que respondan de manera proporcional, dando prioridad a un enfoque basado en los derechos construido sobre principios de responsabilidad, transparencia y participación.
En el PNUD, la gobernanza fue el área de mayor gasto en 2018-2019 en todas las soluciones emblemáticas del Plan Estratégico del PNUD 2018-2022. Nuestro trabajo de gobernanza ayuda a los Estados Miembros a garantizar que sus sistemas y procesos de gobernanza sean inclusivos, responsables y eficaces, ya que reconocemos que esto es crucial para el desarrollo sostenible y la seguridad humana. El trabajo de gobernanza del PNUD promueve sociedades pacíficas, justas e inclusivas a través del apoyo a los gobiernos en todos los niveles, la sociedad civil y las personas, en consonancia con la visión del ODS 16.
En el contexto de COVID-19, la gobernanza ha sido fundamental para la respuesta del PNUD, apoyando a los estados para garantizar que los planes y estrategias sean inclusivos, respeten los derechos humanos y estén de acuerdo con el estado de derecho. Esto toma forma de diferentes maneras en diferentes lugares, pero por ejemplo, el PNUD trabaja con otras partes del sistema de la ONU para apoyar la conducción segura y ordenada de las elecciones en todo el mundo. Si bien posponer o celebrar elecciones es una decisión soberana que debe tomar cada país, estamos ayudando con evaluaciones oportunas de los impactos de COVID-19 en los procesos electorales, así como con el desarrollo de nuevos protocolos. Estos pueden incluir, por ejemplo, facilitar la adquisición de equipo especializado, organizar capacitación especializada para el personal electoral o sensibilizar al público en general sobre cómo votar de manera segura.
También buscamos fortalecer la supervisión parlamentaria de los esfuerzos de respuesta a la COVID-19, así como también buscar incorporar medidas anticorrupción en la respuesta a la COVID-19, ya sea que se relacione con la adquisición de equipos de salud o la implementación de medidas de protección social a gran escala. Aquí, el objetivo es apoyar la transparencia y la rendición de cuentas, para reforzar la confianza pública y la confianza en las instituciones de supervisión.
Con estos objetivos en mente, también estamos intensificando nuestros esfuerzos, junto con nuestros asociados, para prevenir y mitigar la proliferación de la desinformación. Es fundamental contrarrestar las narrativas incendiarias y discriminatorias en la esfera pública (incluidas las redes sociales y los medios tradicionales). Abordar esta "contaminación de la información", en particular en las respuestas a las pandemias mundiales y nacionales, así como en relación con los procesos electorales, es una prioridad para el PNUD.
Para el PNUD, nuestro trabajo de gobernanza significa promover la igualdad de voz y la representación inclusiva, para mejorar los contratos sociales basados en los derechos. Vemos esto como una base para un desarrollo verdaderamente inclusivo y sostenible, cada vez más importante a medida que respondemos a la pandemia de COVID-19 y nos esforzamos por reconstruir mejor.
¡Feliz Día Internacional de la Democracia!