La igualdad entre mujeres y hombres es un principio fundamental de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El ODS 8.5 tiene una meta alta: "Para 2030, lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad, así como la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor”.
Pero un artículo reciente de The Economist señala cuán lejos estamos de ese objetivo, destacando la exclusión sistemática de las mujeres de los mercados laborales en todo el mundo. Citando datos del Banco Mundial, señalan:
"En 104 países, a las mujeres se les prohíbe desempeñarse en ciertos puestos de trabajo... Algunos países publican listas de empleos que se consideran demasiado peligrosos para las mujeres. Otros impiden que las mujeres trabajen en determinados sectores, en horarios nocturnos o en actividades que se consideran “moralmente inapropiadas ". En cuatro países, las mujeres no pueden registrar un negocio, y en 18, un marido puede frenar a su esposa de trabajar".
Esas disposiciones generales a menudo se basan en nociones obsoletas de la necesidad de proteger a los más débiles (generalmente mujeres y niños) de trabajos considerados físicamente exigentes, inseguros o que perjudican la capacidad de tener hijos.
¿Por qué no dejar que las mujeres que decidan lo que quieren hacer? Conoce a Margarida Luis Sitoe, quien trabaja en remoción de minas antipersonales en Mozambique. ¿Es un trabajo peligroso? Por supuesto. Pero dale un vistazo a lo que tiene que decir en un mensaje en el Día Internacional de la Mujer (su empleador APOPO hace un trabajo fascinante entrenando ratas de detección de olores para abordar los desafíos de las minas y la tuberculosis. Pero, me estoy apartando del tema).
"Es un trabajo duro, pero lo disfruto, y como mujer africana me siento fortalecida en esa posición... Al principio, algunos se sorprendieron al ver mujeres en el campo de minas, ¡pero ahora nos tratan como iguales! El equipo se ha convertido en mi familia ... Es muy intenso. Soy madre soltera, pero a través de mi trabajo puedo apoyar a mis dos hijos y a mi madre, y también puedo invertir en el negocio de vegetales para la familia ... Creo que lo mejor de mi trabajo es ver la tierra devuelta a las personas que viven allí, viendo a sus hijos jugar seguros y viendo cuán felices son las personas que una vez más pueden cultivar la tierra sin miedo".
Mujeres como Margarida han trabajado junto a los hombres para contribuir a la historia exitosa de la remoción de minas en Mozambique, donde lo que inicialmente se esperaba llevaría más de 100 años se logró en menos de 30: el país ha sido declarado libre de los campos minados conocidos. En la actualidad, cientos de mineros de Mozambique trabajan en todo el mundo, desde Iraq y Turquía hasta Angola y el sudeste asiático. El PNUD se enorgullece de apoyar ese trabajo, y considera que esto es fundamental para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
De manera similar, mi colega del PNUD Olaf Juergensen comparte sus fotos (mostradas aquí) de desminadoras en Tayikistán que ganan US$ 350 por mes -en contraste con $ 100 mensuales para profesores-, donde trabajan como líderes de equipo y en equipos mixtos. Ese es un gran impacto económico y cultural para sus familias, la sociedad y la comunidad.
Las mujeres definitivamente están listas para dar un paso adelante. Pero, aunque cambiar las leyes es un primer paso, se necesita mucho más. Por ejemplo, en el área del mantenimiento de la paz, las mujeres representan menos del 4 por ciento de los soldados y el 10 por ciento de la policía desplegada en misiones de la ONU, aunque cada vez es más claro que "no solo las mujeres pueden desempeñar los mismos roles que los hombres, sino que también ellas pueden obtener resultados que ellos no". Entonces, la ONU está invirtiendo en una campaña activa para reclutar y retener a las mujeres que mantienen la paz.
Estas mujeres saben que la solución no es excluirlas de ciertas áreas, sino tomar medidas para que sean tan seguras para las mujeres como para los hombres. Y también deberían hacerlo los gobiernos y las legislaturas. En India, por ejemplo, la falta de lugares de trabajo seguros y el peligro de llegar a ellos en transporte público está alejando a las mujeres más educadas de la fuerza de trabajo, dañando la economía y dejándolas vulnerables, según un Informe del Banco Mundial 2017: "Casi dos tercios de mujeres indias con títulos universitarios no tienen trabajo. La economía de la India podría lograr un crecimiento de dos dígitos si el gobierno impulsa las reformas para aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral ". Ahora tomemos eso para escalar. Si 2.700 millones de mujeres tuvieran acceso a los mismos trabajos que los hombres, ¿qué le haría eso a la economía global? ¿Y a la sociedad?
Celebremos y hagamos lo necesario para posibilitar que las mujeres pioneras que desean avanzar codo a codo con los hombres despejen a los países de minas, mantengan la paz, trabajen bajo el agua o con martillos, conduzcan trenes o autobuses con más de 14 asientos, y trabajen en noche para generar electricidad o en fábricas de gas.
"Si tus sueños no te asustan, no son lo suficientemente grandes". - Ellen Johnson Sirleaf