Bolivia es un país predominantemente urbano. Según proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 80 % de la población boliviana vivirá en áreas urbanas en 2050.
La expansión urbana está asociada a la consolidación de asentamientos no planificados, con densidades bajas y déficits en servicios básicos. La consecuencia para los municipios es una demanda de más y mejores servicios: desde obras públicas, hasta soluciones para la movilidad. Todo, en un escenario de limitados recursos municipales.
UN ESPACIO TERRITORIAL COMÚN
El concepto “aglomeración de La Paz” hace referencia al espacio territorial configurado por La Paz y El Alto, cuyas características y modos de funcionamiento presentan complejidades y potencialidades comunes.
La "aglomeración", que concentra más de 2 millones de habitantes, o el 17 % de la población del país, dibuja interacciones que superan sus límites político-administrativos y demanda cambios en cómo abordar la gestión de política pública.
El municipio de La Paz alberga la sede de gobierno. Es el epicentro de la actividad política y social del país. La distribución territorial poblacional es asimétrica: el 96 % se concentra en siete macrodistritos urbanos que cubren el 9 % del territorio, mientras que el 4 % de su población se concentra en dos distritos rurales. Cuenta con más de 350 ríos, muchos subterráneos, lo que representa un desafío en la gestión de riesgos por uso del suelo inadecuado. Y el 70 % de su área urbana se encuentra sobre suelo con nivel de riesgo moderado, alto y muy alto.
El Alto se sitúa a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar y se vincula a La Paz geográfica, social, cultural y económicamente. El Alto se caracteriza por permanentes flujos migratorios, que han acelerado su crecimiento, consolidándola como la segunda ciudad de mayor crecimiento urbano del país. Tiene más de un millón de habitantes distribuidos en 14 distritos urbanos y rurales en los que predomina la cultura aymara debido a su cercanía a municipios rurales del departamento de La Paz.
La Paz-El Alto cuentan con una sociedad joven, con fuerte identidad y un territorio con un potencial extraordinario para construir modelos de desarrollo basados en sincretismos rural-urbanos, haciendo de la diversidad cultural su mayor potencial.
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES
Las principales dificultades para ambos municipios son temas estructurales que requieren acciones conjuntas. Abordarlas significa crear un nuevo paradigma de cooperación para atender cuestiones centrales del desarrollo: desde gestionar la movilidad a fortalecer la cohesión social, entre otros.
A estos desafíos se añaden las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria, que impactaron ambos municipios. Estos problemas también presentan oportunidades para generar modelos de desarrollo inclusivos y con participación ciudadana.
Pero, ¿cómo materializar este nuevo escenario? Cocreando soluciones a través de lo digital, disminuyendo brechas tecnológicas y colocando a la ciudadanía y al medio ambiente en el centro de las decisiones. Es un camino posible para transitar hacia unas ciudades que operen con mecanismos de gobernanza efectiva, institucionalizados e inclusivos. Aquí reseñamos ejemplos en el camino hacia un desarrollo sostenible en ambos municipios y la apuesta a trasformaciones estructurales.
UN BARRIO DIGITAL
Para el municipio de La Paz, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se convirtieron en la primera iniciativa asumida por el gobierno municipal con la ciudadanía para co-ayudar y lograr el cumplimiento de la Agenda 2030 a partir de soluciones integrales. La idea era concibir los ODS como una visión a largo plazo centrada en el bienestar y la igualdad de oportunidades, basada en políticas multidimensionales.
El Laboratorio de Aceleración del PNUD impulsó, junto con el Gobierno Autonómico Municipal de La Paz (GAMLP) y Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC), el proyecto Barrio Digital, una forma de participación ciudadana que utiliza herramientas tecnológicas alimentadas con información en tiempo real. Esta permite a cada vecino y vecina protagonizar su propio desarrollo y aportar al progreso colectivo.
Esta iniciativa se desarrolló en el barrio de San Sebastián, usando inteligencia colectiva dirigida a jóvenes del barrio (45 % del total de la población) para obtener un mapeo y co-crear soluciones en respuesta a las necesidades de esta población y de su espacio territorial. Además, se capacitó digitalmente a la población.
EL BIG DATA URBANO
Como parte de una iniciativa pionera para la generación de datos y uso de información para la planificación, el gobierno municipal de El Alto, con el apoyo del Laboratorio de Aceleración del PNUD y en alianza con la empresa de Tratamiento de Residuos de Bolivia (TRÉBOL), implementa el primer Big Data Urbano en Bolivia. La idea es adquir datos de manera masiva.
Así, recogedores y recogedoras de residuos sólidos se convierten en protagonistas del proceso, sensibilizados sobre la importancia de su rol y capacitados en el uso de la aplicación interactiva disponible 24/7.
Además, el municipio contará con un modelo novedoso para la toma de decisiones que permitirá diseñar, implementar y evaluar políticas públicas en base a la evidencia.
Estas acciones innovadoras en dos de los municipios más importantes del país ayudarán a configurar estrategias integradas de las agendas de los paceños y alteños para construir una nueva realidad sin desigualdades y con identidad cultural. El PNUD y las autoridades de ambos gobiernos municipales estamos comprometidos a afrontar y resolver estos problemas para no dejar a nadie atrás.