Artículo para el Boletín del Banco Islámico de Desarrollo
Las decisiones audaces definirán el futuro del desarrollo
18 de Enero de 2022
El sector de la financiación para el desarrollo se encuentra en una encrucijada. Muchos países en desarrollo se esfuerzan por conseguir el nivel de financiación necesario para hacer frente y adaptarse al cambio climático, que ahora es generalizado, rápido y se está intensificando. A raíz de la pandemia de COVID-19, sus ya escasas finanzas se han visto sometidas a una presión extrema. De hecho, se estima que el déficit de financiación anual para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los países en desarrollo habrá aumentado en USD 1,7 billones en 2020 (en inglés), lo que supone un incremento del 70 % respecto de los niveles anteriores a la pandemia.
Sin embargo, los países tienen ahora una oportunidad única para que esta generación, entre otras cosas, tome decisiones inteligentes y diferentes que impulsen una acción climática decisiva, proteja y restaure nuestro mundo natural y lleve energía limpia y asequible a millones de personas por primera vez. Así pues, las Naciones Unidas y sus principales asociados, como el Banco Islámico de Desarrollo (IsDB por sus siglas en inglés), están colaborando aún más estrechamente para ayudar a los países y las comunidades a invertir conjuntamente en un futuro más verde, más inclusivo y más sostenible.
Desde 2016, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el IsDB han estado trabajando juntos por conducto de un Marco de Asociación/Memorando de Entendimiento que acaba de ampliarse por tres años. Nuestro plan de acción conjunto se basa en el principio de crear, con nuestros países asociados, soluciones de desarrollo muy necesarias que aceleren el progreso de los ODS. Esto incluye esfuerzos conjuntos para ayudar a los Gobiernos a analizar y responder rápidamente a las consecuencias devastadoras de la COVID-19.
El PNUD, que actúa como líder técnico de las Naciones Unidas en la respuesta socioeconómica a la pandemia, ha prestado apoyo hasta la fecha a más de 144 evaluaciones del impacto socioeconómico y 121 planes de respuesta socioeconómica, un medio vital para fundamentar las vías de recuperación de los países. Los equipos del IsDB y del PNUD colaboraron en las evaluaciones del impacto socioeconómico de la COVID-19 en Marruecos, Kazajstán y Uzbekistán. Además, en el Camerún, el Ministerio de Salud, el PNUD y el IsDB están trabajando juntos en apoyo del programa nacional de respuesta a la pandemia.
El PNUD y el IsDB también están trabajando para desbloquear nuevas fuentes de financiación para los ODS a nivel nacional. El potencial es inmenso, dado que la alineación de tan solo un 1 % de los USD 379 billones de activos totales (en inglés) que poseen los bancos, los inversores institucionales y los gestores de activos podría ser suficiente a fin de cubrir el déficit anual de financiación para los ODS. Nuestros esfuerzos incluyen el apoyo a los países para el diseño y la aplicación de los Marcos Nacionales de Financiación Integrados, garantizando que la financiación para la recuperación de la COVID-19 se ajuste a los ODS.
También estamos diseñando estrategias de financiación para los ODS con plataformas de múltiples partes interesadas, como en Bangladesh, Maldivas, Malasia, Turkmenistán y Marruecos. Además, el IsDB y el Centro Internacional para el Sector Privado en Estambul, del PNUD, están apoyando a los países para que accedan a la investigación y la formación tan necesarias para crear la capacidad que necesitan para aprovechar el capital privado y público a través de la financiación islámica. Por ejemplo, en abril de 2021, el Centro llevó a cabo un estudio de previabilidad sobre la emisión de sukuk verdes en la República de Uzbekistán (en inglés) con el IsDB, la Sociedad Islámica para el Desarrollo del Sector Privado, el Organismo de Mercados de Capital de Malasia y el Gobierno de Uzbekistán.
Las dos organizaciones están colaborando con nuevos socios para estimular las inversiones en esferas clave como la transición a la energía limpia, uno de los impulsores esenciales de la acción climática. Por ejemplo, el IsDB, el PNUD y Trine, una plataforma de inversión colectiva, se han asociado para realizar evaluaciones de impacto usando la Herramienta de Impacto de la Acción Climática del PNUD (en inglés) en África Subsahariana. Tras identificar las necesidades urgentes sobre energía en Nigeria, Trine recaudó 2 millones de euros de casi 4.000 inversores de financiación colectiva a través de tres campañas distintas. Paralelamente, el IsDB invirtió 1 millón de euros en Greenlight Planet, una empresa social que proporciona sistemas solares asequibles a hogares sin conexión a la red eléctrica en toda Nigeria. Como resultado de ambas iniciativas, más de 50.000 hogares y más de 292.000 personas se han beneficiado de un nuevo acceso a la energía limpia y renovable. También se han creado más de 14.000 oportunidades de generación de ingresos adicionales. Además, esta colaboración ha hecho aportes directos a la contribución determinada a nivel nacional de Nigeria en el marco del Acuerdo de París sobre el cambio climático, al reducir las emisiones de carbono en más de 83.000 toneladas.
El apoyo a la innovación y el emprendimiento es fundamental para nuestra cooperación. Sobre la base de nuestro Programa Conjunto de Empoderamiento con organizaciones no gubernamentales (ONG), el PNUD y el IsDB están uniendo fuerzas en el marco de TADAMON, el programa de respuesta a la pandemia para organizaciones de la sociedad civil (en inglés), en apoyo de soluciones innovadoras a la COVID-19 dirigidas por la ONG. Nuestros resultados han incluido desde la ampliación del suministro de electricidad a través de la energía solar, a las instalaciones educativas de las zonas rurales del Líbano y campañas de recaudación de fondos en Kazajstán para la adquisición de equipo médico vital, hasta el apoyo a más de 40.000 estudiantes en Turquía para potenciar sus competencias en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM).
Desde octubre de 2020, también hemos trabajado juntos en estos y otros países como Somalia, Túnez, Indonesia y Marruecos, para crear la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil en esferas clave como la recaudación de fondos y el financiamiento colectivo digital. En 2019, el IsDB se convirtió en el socio más reciente de la iniciativa Youth Co:Lab (en inglés), el mayor movimiento de emprendimiento social juvenil en Asia y el Pacífico, creado por el PNUD y la Fundación Citi. Hasta la fecha, Youth Co:Lab ha beneficiado a más de 8.000 jóvenes emprendedores que han desarrollado o mejorado casi 1.000 empresas emergentes que abordan los desafíos de los ODS, incluidas iniciativas para reducir la pobreza e impulsar la igualdad de género.
También nos proponemos adelantarnos a la rápida transformación digital en curso. Por ejemplo, el IsDB, el PNUD, la Fundación Citi y Startup Bangladesh publicaron The State of the Ecosystem for Youth Entrepreneurship in Bangladesh (Estado del ecosistema para el emprendimiento juvenil en Bangladesh; en inglés) a través de la asociación Youth Co:Lab, un estudio innovador que ofrece recomendaciones basadas en datos para fortalecer el ecosistema del emprendimiento juvenil en ese país.
Juntos, el PNUD y el IsDB están ayudando a los países a identificar y dar prioridad a las inversiones que pueden ayudar a transferir miles de millones de USD para los ODS. Esta valiosa alianza también ayuda a los países a tomar decisiones audaces que impulsen los esfuerzos decisivos para proteger y restaurar nuestro debilitado planeta. Al mismo tiempo, nuestras iniciativas conjuntas están contribuyendo a reducir la pobreza y la desigualdad, al tiempo que impulsan el desarrollo humano, aportando mejoras tangibles a la vida cotidiana de cientos de miles de personas en todo el mundo.
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Este artículo se publicó inicialmente en inglés en la edición de enero de 2022 del boletín del IsDB sobre el tema "Futuro más verde: el Banco Islámico de Desarrollo se compromete a apoyar los planes de acción climática de los países miembros".