Fortaleciendo las leyes y políticas que respetan los derechos humanos de todas las personas
Miles de millones de personas votarán este año: la inclusión de la comunidad LGBTIQ+ es imprescindible
16 de Mayo de 2024
El 2024 se ha declarado como el “superaño" electoral, dado que millones de persones están llamadas a las urnas. Este momento político histórico es también una oportunidad para reflexionar sobre cómo serán las experiencias de estos millones de votantes. ¿Quién votarán, quién pueden postularse para un cargo y quién podría quedar excluido del proceso político?
No hace falta mencionar que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos está establecido que toda persona debe tener el derecho de participar en los procesos políticos de su país. En los últimos años se han logrado grandes avances para reconocer y abogar por los derechos LGBTIQ+. Sin embargo, la realidad vivida por las personas LGBTIQ+ a menudo es muy diferente.
A pesar del progreso, una tercera parte de los países (disponible en inglés) mantiene leyes que ilegalizan las relaciones entre personas del mismo sexo. Para las personas LGBTIQ+ que viven en esas naciones, ¿cuál será su experiencia en las elecciones, ya sea como votantes o candidatos? Ponte en los zapatos de una persona transgénero que enfrenta acoso al salir de su casa y que en última instancia es excluida de su comunidad; o en los grupos LGBTIQ+ que constantemente sufren odio en las redes sociales por causa de una ola de desinformación. ¿Hasta qué punto son libres de expresar sus opiniones políticas sin miedo a la discriminación, a los discursos de odio o incluso a la violencia física?
Estas experiencias no ocurren de manera aislada. Son el resultado de una amplia gama de leyes y políticas contrarias a las personas LGBTIQ+, que en algunos países siguen ganando impulso, y se ven agravadas por el estigma y la discriminación generalizadas a las que estas personas se enfrentan en su vida cotidiana. También impactan directamente a los procesos políticos al silenciar las voces de estas personas, limitando su participación en la sociedad y en las decisiones que les afectan, y afianzando la discriminación estructural.
En el PNUD estamos trabajando desde hace décadas para ayudar a romper esas barreras y reforzar las leyes, políticas y programas que respetan los derechos humanos de todas las personas. Ello exige que trabajemos de la mano de un gran abanico de socios y promotores globales, reconociendo que las personas LGBTIQ+ son un grupo diverso y que se enfrentan a múltiples y entrelazadas formas de discriminación.
Sin embargo, teniendo en cuenta que algunas estimaciones sugieren que aproximadamente la mitad de la población global ira a las urnas este año, se pone de relieve la necesidad de garantizar que los líderes políticos de cada país sean sensibles y reflejen la diversidad del mundo en el que vivimos.
Tenemos razones para ser optimistas y pensar que así lo harán. Con el firme apoyo de los socios como el Gobierno de Luxemburgo, en el PNUD hemos podido apoyar los esfuerzos globales, incluyendo a las organizaciones y activistas LGBTIQ+, para ayudar en la apuesta por sus derechos.
De hecho, en octubre de 2023, en el PNUD lanzamos la publicación global “Inclusive Democracies: A guide to strengthening the participation of LGBTI+ persons in political and electoral processes” (Democracias inclusivas: una guía para fortalecer la participación de las personas LGBTI+ en los procesos políticos y electorales; disponible en inglés), en un evento organizado junto con el intergrupo LGBT del Parlamento Europeo. El objetivo es proporcionar a los encargados de la formulación de políticas, los órganos de gestión electoral, los legisladores, la sociedad civil y otras partes interesadas un conjunto claro de herramientas para trabajar hacia una sociedad más equitativa en cuanto a derechos cívicos y políticos, libertad de expresión y asociación, y acceso a los servicios públicos. La publicación, que se basa en nuestras experiencias a nivel mundial, incluye las mejores prácticas de más de 80 países, principalmente del Sur Global.
Al mismo tiempo, en el PNUD estamos trabajando en 72 países y en todas las regiones del mundo para integrar a las personas y las cuestiones LGBTIQ+ en los esfuerzos de desarrollo.
Trabajando con poblaciones clave de jóvenes en el Sur de África (disponible en inglés), que incluyen a jóvenes homosexuales y a otros hombres que tienen sexo con hombres, lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y personas intersexuales, les ayudamos a enfrentar los estereotipos que aparecen en los medios de comunicación y cambiar las narrativas negativas. El apoyo se ha centrado en organizar capacitaciones sobre medios de comunicación para jóvenes, para que desarrollen habilidades periodísticas que mejoren el uso de plataformas digitales para abogar por los problemas que les afectan.
De igual forma, las plataformas digitales tienen el poder de causar grandes daños y las personas LGBTIQ+ frecuentemente se enfrentan al acoso virtual, lo que representa una amenaza para su participación política igualitaria. Con el apoyo del Gobierno de Luxemburgo, hemos podido priorizar la lucha contra los discursos de odio en línea que apuntan a personas basándose en su género, su orientación sexual o su etnia. Por ejemplo, la campaña Cabo Verde Free and Equal (Cabo Verde libre y equitativo; disponible en inglés), que forma parte de los esfuerzos del PNUD, está enfocada en la lucha contra los estereotipos de género y en la eliminación de prejuicios a través de canales de comunicación y vías legales.
Los esfuerzos globales dirigidos a atender los derechos LGBTIQ+ están ya teniendo impactos. El informe HIV Policy Lab (Laboratorio de políticas del VIH; disponible en inglés), elaborado junto con el Instituto O’Neill de la Universidad de Georgetown, Global Network of People Living with HIV (GNP+ por sus siglas en inglés) y el PNUD, muestra una tendencia clara y en curso hacia la despenalización en todo el mundo de relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo, con más países eliminando leyes punitivas en 2022 que en cualquier año en los últimos 25 años.
Estos avances son el resultado de esfuerzos colectivos; porque construir una sociedad inclusiva y equitativa significa cimentar coaliciones con socios. En el PNUD nunca subestimamos la importancia de las alianzas, como la que tenemos con el Gobierno de Luxemburgo para financiar este trabajo vital y sacar a la luz las injusticias a las que las personas LGBTIQ+ se enfrentan.
Esto es importante, pues las inversiones en derechos humanos son inversiones en nuestra sociedad. Y gracias al Gobierno de Luxemburgo y otros donantes principales, en el PNUD hemos podido ayudar a que las voces de las personas, independientemente de quiénes sean y dónde vivan, den forma a nuestra sociedad.
Las expectativas nunca han sido tan altas como en este año. Las decisiones que se tomen en las urnas a lo largo del 2024 asentarán el rumbo de cómo la sociedad evoluciona y hasta qué punto los derechos humanos se respetan. También debemos aprovechar este momento para reconocer el trabajo de nuestros socios y renovar nuestros compromisos con la comunidad LGBTIQ+.
El mundo pondrá atención en los ganadores y perdedores de las elecciones, pero los resultados son solo una parte de este puzle. Garantizar que los procesos políticos sean inclusivos, creíbles y pacíficos es cómo, en última instancia, podemos construir un mundo donde todas las personas puedan votar, cualquier persona pueda concurrir por una oficina y, lo más importante, asegurar que ninguna voz sea silenciada.