Discurso con motivo de la inauguración de la XXXI Asamblea de Ministros y Autoridades Máximas de la Vivienda y el Urbanismo
Inauguración MINURVI 2022
5 de Diciembre de 2022
Sala Raúl Prebisch, Cepal.
Lunes 5 de diciembre, 09:00 horas.
Muy buenos días a todas y todos.
Quisiera iniciar saludando a José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de Cepal, y a Carlos Montes, Ministro de Vivienda y Urbanismo de República de Chile.
A la delegación de ONU Hábitat, quienes integran junto a Cepal la Secretaría Técnica permanente de MINURVI, y a representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Y por supuesto a las delegaciones que hoy nos acompañan, incluyendo ministros, ministras y altas autoridades de la vivienda y el urbanismo en América Latina y el Caribe, con autoridades de Brasil, Colombia, Panamá, Uruguay, Costa Rica, México, Ecuador, Argentina y Surinam, Haití, República Dominicana, Cuba y Barbados, entre otros participantes.
A todas y todos quienes nos acompañan el día de hoy en el desarrollo de este importante Foro.
Nuestra región es la más urbanizada del mundo en desarrollo: dos tercios de la población latinoamericana vive en ciudades de 20.000 habitantes o más y casi un 80% reside en zonas urbanas.
Esto nos convoca, a todos y todas quienes trabajamos en el ámbito del desarrollo, a asumir con responsabilidad y capacidad los desafíos en la gestión y planificación de los asentamientos urbanos.
El desarrollo urbano sostenible, así como el acceso a una vivienda y entorno digno, deben ser vistos como factores que contribuyen de manera determinante en la construcción de sociedades más justas e inclusivas.
Las ciudades deben crear oportunidades para todas las personas. Ello, porque si las oportunidades no se distribuyen de manera homogénea en la ciudad, se obliga a las personas que residen en barrios segregados de bajos ingresos, en el que las oportunidades laborales y educacionales son escazas, a optar entre dos alternativas: viajar a otras áreas de la ciudad en busca de mejores opciones, o bien optar entre oportunidades locales menos ventajosas.
Poner a las personas en el centro de las soluciones del desarrollo urbano, y promover comunidades inclusivas, será por tanto fundamental para lograr un crecimiento económico inclusivo y sostenible, y hacer frente a las múltiples desigualdades que afectan a nuestras sociedades.
El urbanismo influye directamente en la accesibilidad de los diferentes grupos sociales a las oportunidades de empleo, servicios y equipamientos que ofrece la ciudad.
Pensemos por ejemplo en las mujeres, que son las principales usuarias del transporte público y de los equipamientos urbanos. Espacios urbanos con una inadecuada iluminación contribuyen a generar espacios inseguros para la mujer. Por otro lado, horarios de transporte público que no responden a las necesidades de las personas encargadas de las tareas domésticas y reproductivas, quienes tienen desplazamientos más complejos y se trasladan en diversas horas, atentan en contra del empoderamiento económico de las mujeres.
Los ciudadanos por tanto deben participar de manera activa en las decisiones relativas a sus entornos de vida, formas de convivencia y cotidianeidad, así como en la planificación y desarrollo territorial. Las personas deben ser vistos como agentes de cambio, pero esto requiere generar y fortalecer mecanismos de participación ciudadana, así como estrategias de formación social.
Por eso los compromisos, directrices y estrategias que se establezcan en el marco de este Foro serán cruciales para promover la equidad en los asentamientos humanos y para mejorar las condiciones de vida de quienes los habitan.
La MINURVI ha jugado un papel relevante y activo en la generación de cooperación y de consensos de políticas urbanas y de vivienda en la región, y estoy segura de que lo seguirá haciendo.
Más que nunca se requiere establecer el compromiso de promover un desarrollo urbano y territorial inclusivo y sostenible; hacer frente a las nuevas amenazas que afectan a la población, como el cambio climático, y generar ciudades resilientes pensadas en las personas que las habitan.
Cuenten con el Programa de las Naciones Unidas para lograr estos esfuerzos. Les deseo una exitosa jornada.
Poner a las personas en el centro de las soluciones del desarrollo urbano, y promover comunidades inclusivas, será por tanto fundamental para lograr un crecimiento económico inclusivo y sostenible, y hacer frente a las múltiples desigualdades que afectan a nuestras sociedades.Georgiana Braga-Orillard, Representante Residente PNUD Chile