Caminos para financiar el desarrollo: Ideas desde Cuba

22 de Abril de 2024

La temporada ciclónica del 2024 se pronostica como una de las más intensas en varias décadas. Los países insulares en desarrollo, como Cuba, necesitan contar con alternativas para enfrentar ese y otros múltiples desafíos para la vida de sus habitantes y el desarrollo de la Isla.

De acuerdo con el Informe de Financiamiento para el Desarrollo Sostenible 2024  de las Naciones Unidas, en el centro de las barreras para el desarrollo sostenible están las brechas de financiación.

Desde el año 2020 las desigualdades entre los países desarrollados y en vías de desarrollo han ido en aumento. El Informe sobre Desarrollo Humano 2023/24 alerta que, de continuar esa tendencia, las pérdidas serán irreversibles en el progreso hacia las metas de desarrollo del 2030.

Se ha reducido la capacidad de los países de mitigar el cambio climático, de garantizar alimentos para todas las personas y de responder a emergencias de salud.

En América Latina y el Caribe, las múltiples crisis de naturaleza económica, ambiental, climática y financiera tienen además un impacto desproporcionado en las mujeres y las niñas. Amplían brechas preexistentes de género, étnico-raciales, etarias, por orientación sexual e identidad de género o condición de discapacidad.  

El Informe señala que aún son necesarios 4,2 billones de dólares para retomar la ruta hacia el logro de la Agenda 2030, casi dos veces más que lo necesario antes de la pandemia por COVID-19. Los países más afectados continúan siendo aquellos en vías de desarrollo.  

Entre 2019 y 2022, Cuba experimentó pérdidas de más de 3000 millones de dólares en los ingresos externos. En 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) del país decreció entre el 1% y el 2%, lo que significa que el PIB actual es alrededor de un 9% inferior a los años previos a la pandemia.

Esto ha sucedido en medio de un contexto en el que han aumentado los costos de acceso a financiamiento, se mantienen las sanciones de Estados Unidos al país, la inclusión unilateral de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo y persisten los impactos negativos de la COVID-19 en la economía.

Además de los retos propios para emprender su recuperación, tiene un peso enorme sobre esa meta la desconexión del país del sistema financiero global: no pertenece a las principales instituciones financieras internacionales, no coloca deuda en los mercados de capitales y la inversión extranjera directa es insuficiente.Por eso, a diferencia de otras naciones, Cuba depende para financiarse esencialmente  de ingresos corrientes, como exportaciones y remesas.
 
Esta situación limita al país en sus posibilidades de avanzar en la recuperación económica y, por tanto, de impulsar  proyectos y políticas de mayor alcance para la producción de medicamentos, alimentos, tanto como a la capacidad de responder a los desafíos climáticos, entre otros.e En ese escenario, es impostergable  la necesidad de explorar alternativas  que permitan el acceso del país a la financiación requerida en su agenda de desarrollo sostenible. 

La transición energética hacia fuentes renovables de energía es una de las prioridades para explorar nuevos modos de financiamiento.

Crear rutas de acceso a la financiación al desarrollo

Para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la financiación es un acelerador clave para el desarrollo sostenible. Por tanto, acompañar a Cuba en ese camino es una prioridad.

Aún en un contexto marcado por la crisis, en los últimos años se han abierto oportunidades novedosas para el acceso a financiamiento a nivel global. Entre ellas se incluyen, la conexión con nuevas instituciones financieras internacionales, la implementación de herramientas financieras alternativas para el país, así como fuentes y fondos antes inexplorados.  

Para el PNUD, resulta un eje estratégico de su cooperación con Cuba la labor de explorar y aprovechar esas oportunidades en función de las prioridades nacionales . Creemos que es una de las vías más sólidas para  impulsar y darle sostenibilidad al desarrollo, en función del bienestar de las personas y los ecosistemas.  

Se han implementado soluciones innovadoras de finanzas ambientales, como el Pago por Servicio Ambiental (PSA) por remoción de carbono forestal

¿Cómo lo estamos haciendo?

•    Nuevos mecanismos financieros y herramientas estratégicas

La innovación es clave en esta ruta, aún más en el contexto de Cuba. El impulso de mecanismos financieros y herramientas estratégicas en el marco de programas y proyectos es uno de los caminos.

Varias experiencias promovidas por el PNUD, en alianza con instituciones nacionales y otros socios de la cooperación, transitan en esa dirección. Entre ellas:

Soluciones innovadoras en el ámbito de las finanzas ambientales: Hemos apoyado el desarrollo de cuatro incentivos financieros para el manejo sostenible de tierras y la implementación, por primera vez en Cuba, de un procedimiento de Pago por Servicio Ambiental (PSA) por remoción de carbono forestal, en el marco de proyectos con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el Ministerio de Agricultura y otras instituciones.  

Estamos incursionando, además, en la creación de un marco habilitador para la gestión integral de las finanzas ambientales, sensible a género, a través de varios proyectos de naturaleza y acción climática

También acompañamos al Ministerio de Energía y Minas (MINEM) en la identificación de soluciones financieras en apoyo a la transición energética en Cuba, junto al Centro Regional del PNUD para América Latina (RBLAC) y el Centro de Energía Sostenible del PNUD. 

Oportunidades de acceso a financiamiento: Desde el PNUD estamos trabajando en una experiencia piloto de otorgamiento de microcréditos a micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs);una alternativa para incentivar la dinamización económica, con un instrumento hecho a la medida de las necesidades de esos actores económicos y con un enfoque inclusivo que prioriza a mujeres y jóvenes en condiciones de mayor vulnerabilidad, de conjunto con el sistema finaciero cubano y Sparkassen.

Mecanismos de planificación financiera estratégica: Hemos fomentado la creación de capacidades,  por ejemplo, para una mejor gestión de los recursos públicos. Tal es el caso de la introducción de la modalidad de presupuestación por programa, un mecanismo estratégico para asignar recursos financieros del Estado enfocado en resultados. La solución  promueve una planificación estratégica más eficiente y transparente, mediante asignaciones de recursos hacia fines específicos y el uso de esquemas de monitoreo y evaluación en base a indicadores mediblesque contribuye a la modernización de las finanzas públicas.

Apoyar esas iniciativas demanda que el equipo del PNUD en el país esté cada vez más preparado en torno a la financiación del desarrollo para acompañar soluciones  que aporten al avance de Cuba. Con esa finalidad, nuestro equipo ha fortalecido sus capacidades sobre el tema y trabaja en estrecha alianza con los especialistas del Centro Regional del PNUD para América Latina (RBLAC) y con el Centro de Finanzas Sostenibles del PNUD.

Academia de Finanzas para la preparación del equipo del PNUD en Cuba

  • Acceso a nuevas fuentes de financiamiento

Financiar las metas de desarrollo de Cuba, implica también orientar la mirada hacia nuevas alternativas que pueden facilitar el acceso al financiamiento necesario.

El programa conjunto CIFFRA, con apoyo financiero del SDG Fund, y la participación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el PNUD, la Oficina del Coordinador Residente de Naciones Unidas en Cuba y varias instituciones nacionales, identificó que las necesidades de financiamiento de la Agenda 2030 en 2018 duplicaban las capacidades de acceso a recursos del país. Tomando en cuenta los duros impactos en los años siguientes sobre la economía, esta brecha puede ser hoy mucho mayor.

Las instituciones financieras internacionales (IFI) tienen un gran potencial para apoyar el desarrollo sostenible: pueden ofrecer financiamiento a gran escala y asistencia técnica en temas relevantes.

Por muchos años, Cuba ha permanecido desconectada de los principales mecanismos financieros internacionales. No forma parte de instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo.

Sin embargo, acceder a financiamiento mediante otras IFIs es posible.  En 2022,  el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) otorgó a Cuba un crédito de 47 millones de euros para impulsar la industria biofarmacéutica. El PNUD acompañó el diseño de la solicitud de ese crédito y actualmente facilita su implementación.

 

Fortalecimiento de la industria biofarmacéutica

Existen otros canales, instrumentos y fondos que se están experimentando a nivel global. Valdría la pena explorar cómo están funcionando y cómo pudieran utilizarse para responder a las necesidades de desarrollo de Cuba. 

Conferencia de Financiamiento para el Desarrollo

La Conferencia de Financiamiento para el Desarrollo que tendrá lugar entre el 16 y el 17 de mayo de 2024, es una oportunidad de conectar instituciones financieras internacionales, actores de la cooperación y organismos gubernamentales para identificar fuentes e iniciativas innovadoras para financiar el desarrollo en el contexto cubano.

Convocada por el Ministerio de Economía y Planificación (MEP ), el Banco Central de Cuba (BCC) y el PNUD,  esta conferencia reunirá a actores institucionales estratégicos para la financiación al desarrollo como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), bancos de desarrollo nacionales de América Latina, fondos internacionales de financiamiento climático, empresas extranjeras radicadas en el país y agencias del Sistema de Naciones Unidas.

El evento será una puerta abierta para identificar oportunidades de financiamiento a las que pudiera acceder Cuba, establecer alianzas que faciliten ese acceso y conocer experiencias internacionales de éxito que puede ser factible aplicar en el país. 

Financiar el desarrollo de Cuba es un camino de retos indudables, pero también de oportunidades para innovar y explorar el abanico de opciones que hoy se ofrecen. Mirar hacia ese caleidoscopio de posibilidades, conectar ideas y esfuerzos para aprovechar su potencial a favor del bienestar de cubanos y cubanas es una ruta que debemos recorrer si asumimos el compromiso con esa visión de futuro.

El 2030 está a las puertas y las metas pactadas para esa fecha están en peligro de no ser cumplidas en muchos países. Es deber del PNUD impulsar estos esfuerzos, en Cuba y el mundo, para honrar el compromiso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.