Los frutos de cuidar la tierra: Manejo sostenible, un programa por la restauración de la fuente de vida
17 de Junio de 2024
En el 2008, dos huracanes seguidos devastaron la finca de Gilberto Díaz, “El Cascajal", en Pinar del Río. Lo que pasó después, Gilberto solo puede contarlo con un brillo especial en sus ojos:
“Hoy, para mí es un orgullo levantarme por la mañana y sentir cómo cantan las aves, cómo anidan, cómo están protegidas, cómo encuentran refugio y hábitat en nuestra tierra”.
Gilberto es uno de los productores que practica el manejo sostenible de tierras (MST) en Cuba desde el 2009. Sus inicios en esta práctica vinieron de la mano del vínculo con el Programa Asociación País (CPP-OP15): Apoyo a la Implementación del Programa Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que busca prevenir, revertir y recuperar las tierras degradadas, así como mitigar los efectos de la sequía.
“Le devolvimos a la finca un área forestal que no tenía, además de un área de mango y otra de guayaba, que tampoco existían” cuenta Gilberto Díaz.
EL CPP-OP15 inició en 2008 con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) y ha sido implementado desde la colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia de Medio Ambiente (AMA) del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de Cuba, con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Ministerio de la Agricultura de Cuba (MINAG).
Mediante el trabajo de cinco proyectos sucesivos hasta 2027, el CPP tiene como objetivo fundamental: Reducir la degradación de las tierras, de modo que Cuba pueda alcanzar sus metas de desarrollo sostenible y aumentar la seguridad alimentaria.
En Cuba, las principales causas de la degradación de las tierras están relacionadas con los cambios en el uso de la tierra, las prácticas agrícolas inadecuadas, incluyendo el uso intensivo de maquinaria agrícola y del riego, el incremento de asentamientos humanos e infraestructura, y los efectos del cambio climático, de acuerdo con el Informe de Cuba sobre el Programa Nacional de Establecimiento de Metas para la Neutralidad en la Degradación de las Tierras.
En el 2021, el Ministerio de Agricultura de Cuba señalaba que sólo el 23 % de los suelos de Cuba ellos tenía categoría productiva I y II; otros son afectados por la salinidad, la acidez, la compactación y la baja fertilidad, debido al inadecuado manejo y explotación, así como a las condiciones climáticas, topográficas y edafológicas existentes, lo cual permanece agravado por la baja percepción de la importancia del suelo como recurso natural finito y genera la disminución de su capacidad productiva.
Desde ese año, el país cuenta con reglamentos para la conservación, mejoramiento, manejo sostenible de los suelos y el uso de fertilizantes.
El MST es uno de los proyectos que ha trabajado en prevenir la degradación y favorecer la recuperación y rehabilitación de las tierras, manteniendo y potenciando las capacidades de los ecosistemas, así como sus potencialidades, para aumentar la producción de alimentación sana y nutritiva.
Cuidar la tierra da frutos
Gilberto explica que la costumbre heredada de antaño era extraer toda la capa vegetal de los suelos para cultivar. Hoy, haciéndolo de una manera diferente, produce más.
Su primera experiencia con estos nuevos métodos la tuvo durante una siembra de frijoles a la que aplicó una capa de paja de arroz. Según cuenta, ese año, otros productores de la región que aplicaban la agricultura tradicional no lograron sus cosechas del grano; sin embargo, él consiguió una muy buena producción usando la agricultura de conservación.
No aprendió solo. Los proyectos impulsados por el CPP hasta el 2023 le han dado la posibilidad de intercambiar y aprender de otras personas que, como él, practican el manejo sostenible de tierras en distintas partes del país.
Los suelos de su finca ya no son los de antes, afirma el productor. En este caso, ha sido para bien, por la gran cantidad de materia orgánica que acumulan hoy, gracias a la rehabilitación de las plantaciones forestales.
En la Finca Escuela La Victoria, en Camagüey, Edelmis Sánchez Santos Zelmi Castro Aguilera son agricultores que han logrado combinar la práctica ganadera con el manjeo sostenible de tierras.
Además de sembrar pastos y forrajes, cultivan frutales y granos y aplican el principio de la diversificación de los rubros de la finca. También han creado un sistema de producir abonos orgánicos y lombricultura usando los desechos de ese ganado y de otras fuentes que les provee su misma finca.
Fotos: David Estrada, Naturaleza Secreta.
Entre 2019 y 2023, el tercero de los proyectos del CPP (CPP-P3) se enfocó en promover el manejo sostenible de tierras en áreas forestales y ganaderas, mediante el impulso de mecanismos financieros.
Las acciones de este proyecto, implementado a partir de alianzas entre el CITMA, la AMA, el Banco de Crédito y Comercio (BANDEC), la Empresa de Seguros Nacionales (ESEN), el PNUD, el GEF e instituciones nacionales del sector agrícola, entre otros; permitieron extender el manejo sostenible de tierras en 27 322 hectáreas. De ellas, 12 763 se ubican en los sitios demostrativos y de réplica del CPP-P3, en el centro y oriente del país, específicamente en el Macizo de Guamuhaya y la Cuenca del Cauto.
A su vez, los impactos de la extensión de estas prácticas se han revertido en beneficios para la diversidad biológica, los rendimientos agropecuarios y forestales, la economía de quienes trabajan la tierra y la eficiencia de los ecosistemas.
Por ejemplo, con la ampliación de las prácticas de MST a través del CPP-P3, se logró aumentar la producción de leche en más de 16 000 litros/ha anuales. Además se consiguieron restaurar 23 933 hectáreas de bosques en las áreas de intervención.
Sólo entre 2019 y 2022, fincas involucradas de las provincias Sancti Spíritus y Granma, lograron duplicar o triplicar el rendimiento de cultivos como el frijol, la cebolla, el maíz o la yuca. Esto fue posible con la aplicación y generalización de prácticas de asociación y rotación de cultivos, el uso de cercas vivas y de abonos orgánicos, técnicas propias del MST.
Como mecanismo para promover el MST en el país, la Agencia de Medio Ambiente implementó el proceso de Certificación en Manejo Sostenible de Tierras, mediante el cual se otorgan categorías diferenciadas de MST a las fincas y/o unidades productivas que lo practican, teniendo en cuenta indicadores productivos y ambientales.
La finca La Victoria, en Granma, ha combinado técnicas de paisajismo con la labor productiva.
Aplica un sistema de terrazas delimitadas con barreras de piedra y #Betibé que frenan el arrastre de los suelos por las lluvias. A su vez esta agua se guía hacia unos tranques donde se filtra hacia el manto freático y termina en el pozo que sirve para regar los cultivos cuando es necesario.
Jorge Luis Arcia Suárez, el productor, opta por la rotación de cultivos para mantener la salud de los suelos y a estos les incorpora abono creado en compost, donde van a parar todos los residuos del lugar.
La biodiversidad es bastante rica, puesto que la finca está rodeada de árboles que atraen aves y, al mismo tiempo, protegen los cultivos y ayudan a contrarrestar las elevadas temperaturas del oriente cubano.
Fotos y texto: Naturaleza Secreta.
Incentivos financieros para el manejo sostenible de tierras
Antonio Barzaga es un productor de la provincia Guantánamo que encontró en el manejo sostenible de tierras la oportunidad de hacer de su finca un espacio más productivo y también provechoso para la economía familiar:
“En nuestra finca hay un balance generacional. Mi familia se ha enamorado del trabajo en la tierra. Todo el mundo está allá y quiere quedarse: hombres y mujeres. Saben que ahí hay resultados económicos. Antes no era así, era un lugar desolador, sin un árbol donde protegerte del sol, ni una fruta para consumir. Yo soy el mayor de los hermanos. Cuando empezaron a ver los resultados de las plantas de guayaba, el coco, el mango, todo el mundo se involucró. Es bonito el trabajo del campo”, comenta.
Con el CPP-P3, Antonio y su familia tuvieron además la posibilidad de acceder o conocer acerca de los nuevos incentivos financieros impulsados a favor del MST. Al respecto, cuenta:
“Yo nunca había visto al banco en una finca. Hoy, han llegado para capacitar sobre cómo funciona un crédito y cómo solicitarlo. Esto ha sido impactante para mí y mi familia. Lo más novedoso de la experiencia con los créditos, en particular, son los pocos trámites que hay que hacer y que el banco nos da una tasa de interés más baja a los que hacemos manejo sostenible de tierras”.
La disminución de la tasa de interés en los créditos otorgados por BANDEC para el desarrollo de la producción agropecuaria y forestal mediante el uso del MST, es uno de los cuatro nuevos incentivos a los que pueden acceder quienes estén certificados en el MST.
Otros tres incentivos impulsados a nivel nacional en beneficio del MST incluyen:
• Prioridad dentro del Programa Nacional de Mejoramiento y Conservación de Suelos del Ministerio de Agricultura (MINAG), que permite el acceso preferencial a financiamientos anuales para mejorar la calidad de los suelos productivos.
• El seguro REVERDESEN, primero de su tipo en Cuba, que fue creado por medio de la alianza con la Empresa de Seguros Nacionales (ESEN) y el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP); como un instrumento de protección financiera para personas productoras agropecuarias y forestales, ante los riesgos que implican para sus producciones eventos ocasionados por el cambio climático.
• Los Créditos Verdes o Créditos que tributan al Manejo Sostenible de Tierras, sumados a la cartera de créditos de BANDEC.
Por otro lado, en la provincia Mayabeque, se promovió una experiencia piloto de conjunto con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos para implementar, por primera vez en el país, un incentivo financiero que promoviera el ahorro de agua entre los productores certificados en MST. Mediante este incentivo se aplican bonificaciones a la tarifa del cobro del agua según la categoría en MST alcanzada por productores y productoras.
Onay Martínez produce alimentos de alto valor nutritivo en la finca Tierra Brava de la provincia Pinar del Río. Su finca ha sido certificada con la más alta categoría en el manejo sostenible de tierras.
Acceder a mecanismos financieros de este tipo ha permitido bajar los costos de producción, según la experiencia de Onay Martínez, agricultor de la finca Tierra Brava en Pinar del Río, única en el país que ostenta la más alta categoría en el MST.
Desde sus vivencias como productor, afirma que es tan importante el aumento de los rendimientos, como bajar los costos productivos, porque eso implica la posibilidad de ofertar alimentos más nutritivos a mejores precios.
Quienes practican el manejo sostenible de tierras en Cuba, están produciendo de manera responsable con el medio ambiente, a la vez que desarrollan producciones alimentarias sanas para la población.
Onay revela, que, al bajar los costos de producción mediante los incentivos financieros, ha podido aportar más a su comunidad:
“Atendemos a niños con enfermedades crónicas no transmisibles y los comedores de las escuelas. Podemos vender más barato y aportar más a la comunidad, porque tenemos una ficha de costo diferente y las ganancias son buenas sin tener que aumentar los precios. Los incentivos financieros han sido beneficiosos, porque han permitido lograr eso”, afirma.
EL CPP-P3 ha capacitado a productores y productoras de todo el país en el acceso a mecanismos financieros, incluyendo los creados en el marco del proyecto y otros ya existentes en Cuba. Como resultado, 73 040 personas productoras se han beneficiado del acceso al menos a un mecanismo financiero. De ellas, 14 394 son mujeres.
Sembrar la tierra, un compromiso con el presente y el futuro
Las experiencias de impulso del manejo sostenible de tierras promovidas, según Maritza García, presidenta de la Agencia de Medio Ambiente del CITMA, han tenido un importante impacto en sus protagonistas, el campesinado. Con relación a los nuevos incentivos financieros afirma que han generado impactos positivos sociales, ambientales y en la economía familiar.
En Guane, Pinar del Río, Juan Manuel Quintana Camejo escoge el camino del Manejo Sostenible de Tierras para revitalizar los suelos y asegura que sin estas prácticas su finca sería un desierto.
Entre sus estrategias se encuentran el uso de linderos con cercas vivas, es decir, sembrar árboles frutales resistentes a la sequía para delimitar los cultivos y protegerlos de las plagas, las elevadas temperaturas y otras aversiones.
Hace uso del intercalado de cultivos, las curvas de nivel, el tratamiento de abonos orgánicos y la rotación de cultivos. También logró crear parches de bosques en donde antes sólo existía roca.
Gracias a todas estas prácticas no solo es posible encontrar un monocultivo de tabaco, conformado por un campo extenso de boniatos, cuyo verdor resalta entre los terrenos segados por la sequía.
Fotos y texto: Naturaleza Secreta.
Gilberto Diaz no sólo siente la satisfacción de ver crecer su economía, sino también por los resultados del cuidado ambiental que promueve aplicando el MST.
“Cuando vienen personas a visitarme, se sienten muy bien. Me dicen: Gilberto, ¡cómo hay aves! Y no hay una sola especie. Yo vivo en la zona de premontaña. En los meses de sequía, ellas bajan hacia nuestra zona y anidan. Tengo nietas que viven en La Habana, que se desviven por ir a la finca y ver las aves.”, cuenta orgulloso.
También ha encontrado una red de alianzas, aprendizajes e innovación, a la que llama familia, entre quienes como él practican el MST en el país, desde el compromiso con el presente y el futuro de las nuevas generaciones.
En la Sierra de Cubitas, Pinar del Río, en la finca La Caridad - La Deseada; Elida Díaz Cárdenas y su hijo Edelmis Ramos Díaz viven en una zona se encuentra entre los 15 lugares identificados en Cuba como más vulnerables al cambio climático. Sus principales limitaciones son la erosión de los suelos y la poca fertilidad natural.
Con la implementación de variadas técnicas de manejo sostenible de tierras, esta finca ha logrado enriquecer el suelo y en toda su extensión se puede divisar un verde vivo que evidencia la calidad y salud de sus producciones y su condición de merecedores de la categoría de Iniciados en Manejo Sostenible de Tierras. Esta distinción les otorga un abanico de nuevas posibilidades para seguir creciendo en armonía con el medio ambiente.
Fotos y texto: Naturaleza Secreta.