A las faldas del Cayambe, en la comunidad de Muyurku, la Asociación “Aromas del Cayambe” inicia su jornada de siembra, cosecha y producción artesanal de hierbas aromáticas y medicinales. Más de 50 mujeres integran la asociación, quienes en sus hogares dan espacio a parcelas que producen más de una docena de hierbas orgánicas.
Liderar la constitución de la asociación, organizar los trámites financieros y ayudar en la designación de roles a cada integrante fue uno de los mayores retos comenta Rebeca Adrimba, dirigente de la ‘Asociación Aromas del Cayambe’:
“Tener una fuente de trabajo en nuestra comunidad era nuestro objetivo. Las mujeres queríamos generar ingresos, aportar a la economía de nuestros hogares, pero nos vimos frente a trámites administrativos y financieros que no podíamos atender por la falta de conocimiento”.
Con el apoyo de las metodologías ‘Creciendo con su Negocio’ (CCSN) y ‘En Marcha’, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), capacitó a las integrantes de la asociación para fortalecer sus capacidades productivas, administrativas y comerciales. PNUD Ecuador, tiene como objetivo brindar un enfoque empresarial integral a la asociación, que cada una de las emprendedoras conozca cada detalle de la cadena productiva y el rol que debe desempeñar. El acompañamiento permite que el producto cumpla con los estándares necesarios para ser vinculados en el mercado, y puedan ser provisto a empresas locales, nacionales e internacionales articulados a una cadena de valor.
Tras la aplicación de las metodologías, que además apoyaron la producción de la imagen comercial, las identificaciones de roles, procesos y uso de vestimenta apropiada para el manejo del producto, hoy la ‘Asociación Aromas del Cayambe’ vende su producto a ‘Tippytea’, empresa ecuatoriana dedicada a elaborar mezclas para infusiones utilizando hierbas, flores y frutas entre otras especias locales.
También, desde su asociación proveen de su producto a otras empresas locales y cuentan con ventas que permiten fortalecer sus ingresos mensuales, logrando dinamizar la economía de las familias de su comunidad.
Por otro lado, esta iniciativa liderada por mujeres de la comunidad de Muyurku ha atraído a nuevas y nuevos integrantes. Ahora la componen familias enteras que se han integrado a este proceso productivo. Rebeca cuenta que hoy se ven como verdaderos emprendedores.
“Iniciamos cultivando hortalizas y haciendo entregas a las casas comunitarias, pero el mercado era muy competitivo, así que iniciamos la siembra de tomillo, cedrón, eucalipto aromático, menta y manzanilla. Ahora tenemos más manos ayudando, mis hijos, mis nietos y los vecinos trabajan con nosotros y sabemos qué es lo que debemos hacer y nos sentimos una microempresa de verdad”.
Luego de este proceso de capacitación, la ‘Asociación Aromas del Cayambe’, busca incrementar su producción y alianzas comerciales, haber fortalecido la cadena productiva y conocer los roles de cada integrante les da la confianza de seguir creciendo y llevar a muchos hogares el bienestar que aportan las hierbas orgánicas que la asociación produce.
¿Qué se logró?
‘Se fortalecieron medios de vida sostenible y dignos para hombres y mujeres de la comunidad de Muyurku (Cayambe)’.
‘Se creó un modelo de negocio operativo y administrativo, que garantice sostenibilidad en el tiempo y una correcta gestión’.
‘Se dotó de una imagen comercial (logotipo, aplicaciones gráficas, manual de marca, dotación de uniforme), para poner a la venta un producto atractivo para los consumidores’.
‘Se fortalecieron alianzas de vinculación con el mercado, como es el caso de la reconocida marca a nivel nacional ‘Tippytea’’.
Generar medios de vida dignos para hombres y mujeres es de vital importancia para conservar y fomentar el trabajo en el campo y evitar la migración a la ciudad. Es un trabajo conjunto que requiere de organizaciones de mujeres empoderadas y lideresas, como lo es la Asociación ‘Aromas del Cayambe’.
El PNUD coordina para integrar la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer como parte de los objetivos de reducción de la pobreza, gobernabilidad democrática, prevención de crisis y recuperación, medio ambiente y el desarrollo sostenible. Es vital asegurar que las mujeres tengan voz y voto para que puedan participar en igualdad en el diálogo público y la toma de decisiones, e influir en las decisiones que determinarán el futuro de sus comunidades y países.