Relación entre Desarrollo Humano y Competitividad

Relación entre Desarrollo Humano y Competitividad

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Relación entre Desarrollo Humano y Competitividad

7 de Febrero de 2024

La teoría económica sostiene que existe una correlación directa entre el desarrollo humano y la competitividad, siendo fundamental para cualquier país mantener una economía estable con tasas de crecimiento positivas a largo plazo. Sin embargo, en Latinoamérica hay casos que desafían este paradigma, existen países con indicadores de competitividad positivos que experimentan una disminución de su desarrollo humano.


A partir de la pandemia COVID-19, en diferentes foros se ha discutido y reconocido la estrecha relación que existe entre el bienestar y la competitividad para alcanzar una mayor producción económica que, al mismo tiempo, sea inclusiva y sostenible; por lo que es esencial comprender cómo estas dos dimensiones interactúan en el contexto nacional y cómo se pueden fortalecer mutuamente para posibilitar metas boyantes de crecimiento, que nos permitan como sociedad ser resilientes para enfrentar los grandes desafíos del siglo veintiuno y posibilitar las condiciones que permitan que la economía crezca de forma inclusiva y equitativa y que alcance a las comunidades locales.


Este análisis, desarrollado de manera colaborativa entre la Oficina de País del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Guatemala y la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA), si bien se aborda desde un enfoque exploratorio, busca proporcionar una base sólida para esta comprensión y un marco de referencia para identificar acciones de política pública que generen un impacto local significativo en el desarrollo humano. Al explorar las variables que conforman el Índice de Competitividad
Local (ICL) y el Índice de Desarrollo Humano (IDH) a nivel municipal, hemos obtenido información valiosa que nos permite entender cuáles son las variables de competitividad que más influyen en desarrollo humano de los guatemaltecos. Esto nos permite identificar, sobre la base de evidencia empírica, áreas clave en las que se deben concentrar los esfuerzos y recursos para mejorar el desarrollo humano de nuestras comunidades.