Youth Co:Lab cumple cinco años dando apoyo a los empresarios jóvenes de Asia y el Pacífico
“Decidimos que lo queríamos. Y lo logramos”
14 de Julio de 2022
Rafael Masters creció mirando Star Trek en la televisión.
“Los personajes andaban de acá para allá con unas computadoras pequeñas que cabían en la mano, que en realidad tenían el espesor de una hoja de papel, y eso era una de las cosas más fantásticas que había visto. Veinte años después, tengo tres de esas en casa. Son iPads, como los de los programas de ciencia-ficción. Decidimos que lo queríamos. Y lo logramos”, dice Rafael.
En 2018, él fue unos de los fundadores de la empresa vietnamita de biotecnología Vulcan Augmetics (en inglés). Su objetivo es satisfacer las necesidades de los 38 millones de personas con amputaciones en el mundo en desarrollo, la mayoría de las cuales carecen de apoyo oficial. El equipo desarrolla prótesis asequibles, personalizables y de alto rendimiento que ayudan a estas personas a encontrar empleo y mejorar sus vidas.
“La tasa de desempleo entre las personas con amputaciones es de un 70 %”, señala Rafael. “Para estas, mantener a sus familias es un desafío. Se enfrentan al estigma social. Carecen de independencia física y deben recurrir a sus familiares para realizar algunas tareas cotidianas”.
En 2017 el PNUD y la Fundación Citi (en inglés) pusieron en marcha la iniciativa Youth Co:Lab (en inglés) para cooperar con jóvenes como Rafael en la región de Asia y el Pacífico y promover sus ideas a fin de canalizar sus energías hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La región ha sido un terreno fértil para la iniciativa. De los 660 millones de jóvenes que alberga, unos 160 millones están desempleados, no tienen educación y no acceden a oportunidades de capacitación, y muchos están aún más aislados porque no se los incluye en los procesos de adopción de decisiones.
Tras cinco años de funcionamiento del proyecto, más de 200.000 jóvenes de 28 países han participado en más de 12.000 programas que promueven el liderazgo, la innovación social y el espíritu emprendedor, con especial hincapié en las comunidades escasamente atendidas.
Un enfoque innovador para las pruebas de alimentos
Como ocurre en gran parte del mundo, la India se enfrenta al problema del desperdicio de alimentos. Todos los años se desechan unas 33 millones de toneladas de frutas y hortalizas, que le cuestan al país unos USD 3.000 millones. Dos amigos, Amit Srivastava y Ankit Chauhan, abordaron el problema desde una perspectiva distinta y crearon un dispositivo de bolsillo que utiliza luz infrarroja para abaratar las pruebas de alimentos (en inglés) y reducir los desperdicios.
“Nuestro objetivo es democratizar las pruebas de alimentos y lograr que todos puedan acceder a frutas de calidad y libres de productos químicos. La meta es reducir el desperdicio de alimentos y mejorar la inocuidad alimentaria mediante la tecnología”, dice Amit.
Establecida en 2019, la empresa, InfyU LABS (en inglés), tiene su sede en Gudjarat.
“El principal desafío radica en educar a los agregadores locales, a los distribuidores minoristas y a los agricultores y lograr que entiendan que estamos aquí para apoyarlos, no para reemplazar sus empleos con tecnología”, señala Amit. “Gracias a Youth Co:Lab pudimos establecer contactos con otros emprendedores sociales con la misma visión que quizás no habríamos encontrado de otra forma”.
Su logro más reciente fue la obtención de USD 242.000 en financiación inicial a través de la red de padrinos inversores de la India (Indian Angel Network), que entre otras cosas les permitirá aumentar sus capacidades de investigación y desarrollo.
Crear empleo y cambiar las perspectivas
Cuando era niña, Sagufta Salma solía nadar en las playas de Fiji. La crió una madre soltera a quien le resultaba difícil encontrar un empleo decente.
El océano le dio perspectiva pero, cuando volvió a las playas de su niñez, vio que cada vez había más desechos.
“Cuando estás bajo el agua, puedes escucharte respirar, sentir los latidos de tu corazón y ver la belleza de la vida a tu alrededor; es muy inspirador. Ahora, cuando veo todos los desechos que producimos y vertemos al océano, no puedo evitar preocuparme”, explica Sagufta.
Ella se ha trazado dos objetivos: cambiar la manera en que la sociedad trata a las mujeres y detener la inundación de desechos que se vierten en el océano. En 2017 estableció Fusion Hub (en inglés) con un proyecto inicial simple: transformar los desechos en muebles y decoración para el hogar.
“Quería comenzar a crear oportunidades para las mujeres y eliminar los estereotipos de lo que ellas pueden hacer”, cuenta.
Tan solo en Fiji, todos los años 60.000 toneladas de desechos van a parar a los vertederos, pero es probable que el total sea mucho mayor, ya que las comunidades rurales, que carecen de ellos, queman la basura, la entierran o la arrojan al océano.
Sagufta comenzó haciendo ocho camas para mascotas a partir de neumáticos usados. En dos horas las vendió en el mercado local.
El primer organismo al que recurrió para obtener financiación inicial la rechazó, irónicamente debido a los mismos prejuicios que ella lucha por cambiar. “Pusieron en duda que las mujeres pudieran hacer muebles, o que la calidad fuera buena. Yo pensé: si no me creen, allá ellos. Yo creo en mí. Puedo empezar a financiar esto por mí misma”.
Si bien todos los emprendedores deben encarar desafíos, las empresarias en la región de Asia y el Pacífico se enfrentan a normas culturales más discriminatorias y a la carga de las tareas de cuidado no remuneradas, y disponen de menos oportunidades para desarrollar sus habilidades y recibir apoyo financiero.
Con la ayuda de Youth Co:Lab, Sagufta logró mejorar sus destrezas comerciales y acceder a una red más amplia de inversores. Ahora está trabajando en un programa para enseñar a las mujeres a diseñar y fabricar muebles. Y está buscando un lugar para instalar una planta de fabricación y dejar de trabajar en su garaje.
“Cuando algo te apasiona, lo primero es analizar el problema a resolver; si se te ocurren soluciones, entonces puedes hacer algo al respecto”, afirma Sagufta.
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