Haití demuestra su resiliencia en la senda hacia la erradicación de la malaria
3 de Noviembre de 2023
Montados sobre un burro rentado y con paquetes de mosquiteros a cuestas, Dorce Jean Rislaire y su compañera atraviesan lagos y empinados senderos para llegar a algunos de los asentamientos más remotos del sudoeste de Haití. Esta región constituye uno de los últimos reductos de malaria en el Caribe. Con acceso limitado a la atención sanitaria, estas comunidades dependen en gran medida de herramientas de prevención como los mosquiteros tratados con insecticida para protegerse de las enfermedades transmitidas por mosquitos.
“Estamos aquí para ayudar a la población a luchar contra los mosquitos que amenazan sus vidas”, afirma Dorce. “Me alegra mucho estar hoy aquí con ustedes, sabiendo que estoy contribuyendo a poner fin a la malaria".
En el último decenio, Haití ha logrado importantes avances en la reducción de los casos de malaria y las muertes por esta enfermedad. Sin embargo, un reciente terremoto, las tormentas tropicales y los continuos disturbios civiles han obstaculizado los esfuerzos nacionales por eliminar esta enfermedad transmitida por mosquitos, y han destruido decenas de establecimientos de salud e interrumpido el flujo de recursos vitales.
Pese a ello, la campaña de eliminación de la malaria en Haití ha demostrado su resiliencia gracias a cientos de haitianos como Dorce, que hacen lo imposible por distribuir mosquiteros y prestar otros servicios contra la malaria.
Las alianzas también han desempeñado un papel importante en este esfuerzo nacional. Un gran número de socios de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (el Fondo Mundial), la Clinton Health Access Initiative ("iniciativa Clinton de acceso a la salud" en español) y la campaña United to Beat Malaria ("unidos contra la malaria" en español), han ayudado a mantener y ampliar la prevención, las pruebas de detección, el tratamiento y la educación relativas a la malaria, especialmente en el sudoeste del país, donde la carga de la enfermedad es mayor.
Si Haití logra eliminar la malaria, el Caribe se convertirá en una zona libre de esta enfermedad, lo que supondrá un hito sanitario mundial.
“Me alegra mucho estar hoy aquí con ustedes, sabiendo que estoy contribuyendo a poner fin a la malaria".- Dorce Jean Rislaire
Hacia la erradicación de la malaria
Haití estuvo a punto de eliminar la malaria en la década de 1960 y nuevamente en la de 1980 (disponible en inglés). Sin embargo, desde entonces, estos esfuerzos en pos de la erradicación han sufrido reveses debido a la financiación insuficiente, la inestabilidad política y las perturbaciones climáticas. En las décadas de 1990 y 2000, la falta de financiación y de datos fiables obstaculizó los esfuerzos de eliminación. Tras el devastador terremoto de 2010, los casos de malaria aumentaron un 40 % (disponible en inglés).
El terremoto marcó un hito en la eliminación de la enfermedad. En aquel momento, Haití aprovechaba las inversiones mundiales en su sistema sanitario para reorientar sus esfuerzos hacia la erradicación de la malaria. Celebró un acuerdo con la vecina República Dominicana y forjó alianzas con el Fondo Mundial, la alianza Malaria Zero y otras partes interesadas a nivel mundial. Fortalecido por estas alianzas, Haití experimentó un descenso del 80 % en la transmisión de la malaria, pasando de unos 85.000 casos en 2010 a 16.000 en 2018.
Lamentablemente, los últimos años han planteado enormes desafíos, desde otro terremoto en 2021 hasta la agitación política y el aumento de la violencia de las bandas. Estos acontecimientos han dificultado enormemente el transporte de mercancías y la prestación de servicios vitales, en un momento en el que aumentan las tasas de enfermedad (disponible en inglés) y hambre (disponible en inglés). En 2021, los casos estimados de malaria llegaron a los 22.500.
A pesar de estos graves problemas, miles de personas en Haití continúan rastreando, realizando pruebas, tratando y previniendo la malaria en sus comunidades, con el apoyo de las partes interesadas nacionales y mundiales. Estos esfuerzos son necesarios para volver a la senda de los cero casos, especialmente en Grand'Anse y Sur, dos departamentos que registraron más del 60 % (disponible en inglés) de los casos de malaria en el país en 2018.
Una región de extremos
El sudoeste de Haití es conocido por sus montañas escarpadas, sus playas de arenas blancas y su hospitalidad. Los departamentos de Grand'Anse y Sur albergan a más de 1,2 millones de personas, la mayoría de las cuales vive en pequeñas poblaciones a las que solo se puede acceder por caminos de tierra o senderos.
La falta de acceso a alimentos, atención sanitaria, combustible y otras necesidades básicas complica la vida cotidiana en este vasto paisaje rural. La región registra uno de los índices de pobreza e inseguridad alimentaria más elevados (disponible en inglés) del hemisferio occidental.
El sudoeste del país también tiene la desgracia de encontrarse en el cinturón de huracanes del Caribe y sobre una importante zona de fallas. La región fue la más afectada por el huracán Matthew en 2016, el terremoto de 2021 y la tormenta tropical Grace en 2021, apenas unos días después del terremoto. Estos desastres destruyeron cientos de miles de hogares, diezmaron infraestructura vital y dañaron las principales carreteras de suministro. El flujo de recursos y suministros esenciales se ha visto aún más perturbado por la reciente crisis política y el aumento de la violencia de las bandas en Puerto Príncipe y sus alrededores. También se ha registrado la presencia de bandas en Grand'Anse y Sur.
Estas crisis superpuestas han aumentado el riesgo de brotes de enfermedades. En el último año, ha reaparecido el cólera en todo el país, y hasta junio de 2023 se registraron casi 50.000 casos sospechosos y 750 muertes (disponible en inglés). Las condiciones son propicias también para un resurgimiento de la malaria, agravado por las intensas inundaciones (disponible en inglés) de los últimos meses, que pueden incrementar la población de mosquitos.
A pesar de los enormes problemas en la cadena de suministro y el transporte, el Ministerio de Salud Pública y Población de Haití sigue trabajando con socios mundiales y de las Naciones Unidas para mantener los servicios vitales contra la malaria, como la distribución de mosquiteros y las pruebas de detección de la enfermedad puerta a puerta. Estos servicios reducen la transmisión de la malaria y las enfermedades, permitiendo a los habitantes del país mantener sus medios de vida como la agricultura, la principal actividad económica (disponible en inglés) en Grand'Anse y Sur. También contribuyen a reducir la presión sobre los trabajadores sanitarios y el sistema de salud de Haití.
"Esto tiene un gran impacto, porque los beneficiarios nos dicen que es la primera vez que la ayuda llega a un lugar tan alejado. Muchas personas nos cuentan que antes los picaban los mosquitos, algunos dicen que a menudo tienen fiebre. Me alegra que les llevemos esos mosquiteros para que puedan protegerse de los mosquitos que causan la malaria".- Kency Dorsainvil, agente de comunicación del Programa Nacional de Control de la Malaria de Haití
Ampliar el alcance del uso de mosquiteros
Desde el PNUD, con el Programa Nacional de Control de la Malaria y Action pour l'Éducation Sociale et la Santé ("acción por la educación social y la sanidad" en español, ACESS), una ONG local, nos hemos aliado con el Fondo Mundial para suministrar más de 950.000 mosquiteros este año, también en Grand'Anse y Sur. Los mosquiteros, entregados a los hogares y a los puntos de distribución comunitarios por una red de distribuidores de mosquiteros que utilizan camiones, motocicletas y burros para llegar hasta el último kilómetro, ayudarán a proteger de la malaria a más de 290.000 hogares. Entre los destinatarios hay hogares con mujeres embarazadas, recién nacidos y niños menores de 5 años, que tienen mayor probabilidad de enfermarse gravemente debido a la malaria.
Los distribuidores de mosquiteros cuentan con el apoyo de la Cadena de Suministro del PMA y aprovechan su red y experiencia para llegar a las comunidades más remotas. Con el Programa Nacional de Control de la Malaria, desde el PNUD también estamos poniendo a prueba la digitalización, lo que permite a los gestores de la distribución de mosquiteros capturar y almacenar de forma más eficiente y segura los datos de los hogares y su ubicación utilizando KoboToolbox (disponible en inglés) y garantizar que los mosquiteros lleguen a las zonas y hogares que los necesitan. Los datos recopilados, como la edad, el género y el número de camas, mujeres embarazadas y niños menores de 5 años por hogar, servirán de base para una encuesta de seguimiento destinada a comprender cómo utilizan las personas sus mosquiteros y cómo acceden a los servicios de salud para la malaria, lo que a su vez servirá de base para futuros programas contra la enfermedad.
Además de la distribución, desde el PNUD prestamos apoyo a ACESS y a los líderes comunitarios para educar a la población sobre las causas de la malaria y alentarla a dormir bajo sus mosquiteros todas las noches para evitar la infección.
La estrategia de eliminación de la malaria en Haití también ha dado prioridad a la capacitación y el despliegue de trabajadores sanitarios de la comunidad que realizan pruebas de detección, tratamiento y seguimiento de casos de malaria móviles. Debido a la falta de establecimientos de salud en funcionamiento en todo el país, especialmente en el departamento de Gran Sur, los trabajadores sanitarios de la comunidad desempeñan un papel fundamental en la prevención de brotes de la enfermedad en zonas con escaso acceso a la atención en el lugar.
Mediante una alianza con la Clinton Health Access Initiative y la Haitian Health Foundation ("fundación de salud haitiana" en español), la campaña United to Beat Malaria da apoyo a una red de 35 trabajadores sanitarios comunitarios que realizan pruebas de detección de la malaria, ofrecen tratamiento e imparten educación puerta a puerta en algunas de las comunidades de más difícil acceso de Gran Sur.
Los trabajadores sanitarios proceden de las comunidades en las que prestan sus servicios. Hacen grandes esfuerzos, a menudo atravesando tierras empinadas y accidentadas, para llegar a todos los hogares en situación de riesgo.
Equipados con tabletas, los trabajadores sanitarios comunitarios reúnen información sobre casos de malaria, que se cargan en el sistema de información sanitaria DHIS-2. Este vigila la prevalencia y los posibles brotes de malaria a nivel comunitario, proporcionando información que facilita la ralentización de la propagación antes de que estalle un brote.
Reactivar los progresos hacia la malaria cero
Los esfuerzos de Haití encaminados a eliminar la malaria han demostrado su resiliencia frente a enormes desafíos. En colaboración con las Naciones Unidas, el Fondo Mundial y ONG asociadas, el Ministerio de Salud Pública y Población y el Programa Nacional de Control de la Malaria prosiguen la lucha contra la enfermedad durante este tumultuoso periodo de la historia del país. Miles de personas en Haití están trabajando para aumentar el acceso a los servicios sanitarios en sus comunidades y colaborando con sus socios en la senda hacia la erradicación de la malaria y la promoción de la buena salud y el bienestar de todas las personas.
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Desde el PNUD colaboramos con el Fondo Mundial, gobiernos, la sociedad civil y otros organismos de las Naciones Unidas, incluido el PMA, para poner fin al VIH, la tuberculosis y la malaria con el objetivo de lograr un futuro más equitativo, saludable y sostenible. Las alianzas fortalecen las capacidades nacionales para prestar servicios de salud esenciales, no dejar a nadie atrás y crear sistemas de salud más sólidos y resilientes, incluso en países que se enfrentan a situaciones de inseguridad, crisis u otras limitaciones de capacidad. Para más información, haz clic aquí (disponible en inglés).
United to Beat Malaria es una campaña mundial de base comunitaria de la Fundación de las Naciones Unidas. Durante 16 años, la campaña (antes conocida como Solo Mosquiteros) ha contribuido a proteger de la malaria a más de 40 millones de personas mediante el suministro de mosquiteros y otras herramientas que salvan vidas, dando prioridad a las comunidades más vulnerables. La campaña también cuenta con defensores de la lucha contra la malaria que han propugnado con éxito un mayor liderazgo y financiación de los Estados Unidos respecto de los programas mundiales contra la enfermedad. Para más información, consulta beatmalaria.org (disponible en inglés).