SÍ hay esperanza para las MIPYME, en la región y más allá
27 de Junio de 2024
Cuando miro la página de Facebook de venta de zapatos de Zamy Marah, pienso que hay esperanza. En 2011, Marah lo perdió todo durante el terremoto en Haití. Es ahí, con el apoyo de Corea, donde comenzamos el primer “En Marcha”, en kreyol, “Ann Ale”.
Hicimos un análisis de mercado y, tras el terremoto, vimos un espacio para crear y fortalecer tiendas de artesanías, específicamente de bisutería. Apoyamos a 600 empresas, y la de Marah sigue en pie. Hoy vende zapatos, adornándolos con perlitas, utilizando la misma técnica con la que aprendió para hacer collares en 2011.
Con Marah nace “En Marcha”, y junto con otras metodologías de nuestro programa ODS Cadenas de Valor, hemos llegado a más de 11 países en la región, apoyando incansablemente a más de 40.000 micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME).
En América Latina, las micro, pequeñas y medianas empresas representan más del 99.5% del tejido empresarial, y son responsables de aproximadamente el 60% del empleo productivo formal. Sin embargo, son caracterizadas por tener baja productividad, competitividad y eficiencia. En la región existen 17.217.911 pequeñas y medianas empresas, y la mitad de ellas están fundadas y dirigidas por mujeres (según el Global Report del GEM - Global Entrepreneurship Monitor de 2021, publicado el 10 de octubre de 2022). Cuando lanzamos las metodologías del Programa ODS Cadenas de Valor, entramos en el corazón de la vida de estas mujeres. El diagnóstico a una empresa es, muchas veces, un diagnóstico de su vida.
Muchas veces, ellas se lanzaron a emprender sabiendo muy poco sobre contabilidad, marketing, higiene y ventas. Después de recibir acompañamiento y asistencia técnica a través del Programa, medimos los resultados y vimos que, en promedio, las ventas habían subido entre un 15% y un 30%. Esto también es un diagnóstico de cómo han mejorado sus vidas. Saber separar la contabilidad del hogar y de la empresa les permite gestionar mejor ambas cosas; vender más les permite dar trabajo a otras personas; saber cómo tratar mejor a un cliente puede incluso influir en cómo se relacionan con sus hijos. Estos son los testimonios que recibimos al realizar evaluaciones y analizar los resultados de meses de trabajo y acompañamiento. Y no importa el país o el tamaño de la empresa, muchas veces los problemas de estas vidas, empresas, y mujeres son los mismos, de país en país, de región en región.
ODS Cadenas de Valor cuenta con diferentes metodologías de apoyo a la aceleración e incubación, y comenzó con el “Programa de Desarrollo de Proveedores” hace más de 20 años en México, cuando PNUD firmó un proyecto con NAFIN (Nacional Financiera) para recopilar mejores prácticas a nivel internacional y nacional del sector privado en el desarrollo de proveedores. Luego vino la sistematización e implementación con grandes empresas como Nestlé – México, con el apoyo de la Secretaría de Economía, para mejorar las cadenas de valor y la productividad de empresas mexicanas, aumentar la producción local y garantizar productos de mejor calidad para exportación. Se apoyaron 62 cadenas productivas en 22 estados, logrando integrar a más de 650 pymes proveedoras, las cuales lograron una tasa promedio de crecimiento de empleo del 5.8% y un aumento del 15% en ventas.
Desde entonces, hemos continuado apoyando e innovando con miras a fortalecer un ecosistema empresarial más resiliente para las MIPYME, que por un lado incluya, y por otro lado produzca de manera más efectiva, creando empleos y favoreciendo las inversiones. Hemos mantenido estas metodologías vigentes y, gracias al monitoreo y los resultados obtenidos, hemos podido recoger y transferir las mejores prácticas.
La pandemia de COVID-19 fue sin duda un gran desafío, pero también una oportunidad. Tras el cierre de miles de empresas, Ecuador lanzó “En Marcha Digital” para apoyar el comercio local a través de la innovación. Empezamos a generar las capacidades a través de plataformas digitales, en coordinación con instituciones público – privadas: las empresas aprendieron a vender por WhatsApp, a hacer entregas a domicilio y a implementar protocolos sanitarios. Fue un éxito. En pocos meses, miles de empresas comenzaron nuevamente a vender sus productos. “En Marcha Digital” se expandió a más de 9 países en la región y continúa implementándose con adaptaciones a los diferentes contextos.
Otra de nuestras metodologías que ha traspasado fronteras es “Creciendo Con Su Negocio”. PYME albanesas han podido acceder al mercado europeo y exportar aceite de oliva a Italia, aumentando sus ventas significativamente. En 2023 apoyamos a 19 PYMEs, 12 de ellas lideradas por mujeres, logrando un incremento promedio del 30% en las ventas. Asimismo, la metodología de “Desarrollo de Proveedores” ha llegado a Botswana, al igual que nuestro trabajo con “ACP-EU Development Minerals Programme”.
En 20 años hemos creado capacidades y ayudado a empresas, la mayoría lideradas por mujeres, a aumentar su productividad, convertirse en proveedores de confianza para grandes empresas multinacionales, incrementar sus ventas y facilitar la inclusión, apoyando también su formalización. En el complejo contexto global actual, que incluye la alta inflación, un aumento importante de los precios de las materias primarias y la disrupción de las cadenas de suministro globales, los desafíos de las empresas son cada vez mayores. Es por eso que el Programa ODS Cadena de Valor se adapta, innova y responde a esos retos y oportunidades, donde la resiliencia es la clave, por ejemplo, ofreciendo soluciones de inclusión financiera.
El viaje ha sido largo y apasionante; hemos crecido y apoyado el corazón pulsante de la economía de la región y de otras regiones. Conectar pequeñas empresas a nuevos mercados, desde lo local a lo global, aumentando su productividad y, al mismo tiempo, incluyendo a los más vulnerables con una visión de resiliencia, es el futuro. Y es ahí donde nos encontramos.