Estocolmo +50 y un nuevo derecho universal
3 de Septiembre de 2022
Ante los evidentes efectos de las múltiples crisis ambientales provocadas por el cambio climático, el manejo y uso no sustentable de los recursos naturales, la contaminación del agua, la tierra y el aire, el mal manejo de químicos y residuos y la pérdida de biodiversidad, la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) reconoció como un derecho humano (DH) el derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible en una resolución histórica, el pasado 26 de julio. En esta resolución, se exhorta a las naciones, organizaciones internacionales y sector privado a aumentar los esfuerzos que aseguren un medio ambiente saludable para todas las personas. Este reconocimiento a un derecho universal esta alineado al trabajo del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (OCHR), que en octubre del 2021 declaraba que tener un medio ambiente limpio y saludable es un derecho humano.
Este nuevo derecho humano fue co-patrocinado por más de 100 países y requiere la plena aplicación de los acuerdos multilaterales relativos al medio ambiente, y el compromiso de seguir trabajando por la implementación de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En ese sentido, durante el proceso de consulta nacional de México para la Reunión de Estocolmo+50, se identificaron diversas necesidades para contribuir a un planeta saludable para la prosperidad de todos y todas, entre estas, asegurar espacios efectivos de participación para la toma de decisiones ambientales, acceso a la información ambiental, transformar los modelos de negocio y consumo bajo los cuales se rige la sociedad.
Estos hallazgos y los de otros países, informaron la participación de los países en la Reunión de Alto Nivel de Estocolmo +50, la cual derivó en 10 recomendaciones entre las que se incluye alcanzar un planeta saludable para la prosperidad de todas las personas. Plasmadas en la Agenda para la acción, renovación y la confianza, las Recomendaciones reflejan el sentido de urgencia para acelerar la acción hacia un planeta sano, así como la importancia de reconocer y aplicar el derecho humano a un medio ambiente limpio, sano y sostenible, mediante el cumplimiento de la visión articulada en el principio 1 de la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente de 1972, que por primera vez planteaba que para lograr una vida digna y bienestar era necesario un ambiente de calidad.
La existencia de este derecho universal, sumado a los ya existentes, vislumbra el diseño de políticas económicas y modelos de negocio para un futuro con un planeta saludable, el desarrollo y complemento de la legislación ambiental, la reducción de las injusticias ambientales, la participación social en la toma de decisiones ambientales, especialmente de aquellos grupos en situaciones vulnerables como los niños, niñas, jóvenes, mujeres, los pueblos indígenas y comunidades locales, y los defensores de derechos humanos.
Es así como el reconocimiento del derecho humano a un medio ambiente sano, limpio y sostenible, y las Recomendaciones emitidas por las y los participantes del Proceso de Estocolmo +50, son temáticas importantes para la prosperidad de todos, y en próximos blogs te contaremos más.