A un año del Huracán OTIS

Acciones clave en gestión de riesgos como medida de adaptación al cambio climático

25 de Octubre de 2024
Un gran edificio de piedra

En el primer aniversario del devastador huracán Otis, que impactó Acapulco, Guerrero, el 25 de octubre del 2023, y en el marco del Día internacional contra el cambio climático, es crucial reflexionar sobre las acciones implementadas para la gestión de riesgos de desastres y la adaptación al cambio climático. Estas medidas no solo  han sido fundamentales para la recuperación de los barrios y comunidades afectadas, sino para construir estrategias sectoriales que permitan transitar hacia un futuro más resiliente e inclusivo. 

 

Durante este primer año, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México ha llevado a cabo una serie de acciones de recuperación temprana como  la evaluación y análisis de daños y la entrega de insumos y materiales para la reactivación de economías locales y medios de vida. Estas acciones  facilitaron la construcción colectiva de estrategias de recuperación y, posteriormente, proyectos concretos  que incorporan de manera integral la transferencia de riesgos y reducción de vulnerabilidades ante emergencias similares en el futuro. Abarcando desde la infraestructura turística resiliente, la resiliencia hídrica,  el fortalecimiento de capacidades institucionales, sectoriales y comunitarias hasta la coordinación multiactoral.

interfaz gráfica de usuario, texto

Recuperación turística resiliente e inclusiva

En conjunto con una amplia red inter-institucional que incluye actores de los tres niveles de gobierno, sector privado, sociedad civil, academia y otros organismos internacionales, el PNUD en México impulsó la reconstrucción del sector turístico, principalmente, el hotelero bajo criterios de bajo riesgo, reducción de pérdidas y soluciones basadas en la naturaleza. 

Una de las iniciativas más significativas en este proceso ha sido la estrategia de transversalización del enfoque de igualdad de género. Dicha estrategia incluyó un programa de talleres, una campaña con mensajes a actores clave y el lanzamiento  de la guía “Pautas para una recuperación y reconstrucción turística resiliente e inclusiva post-huracán Otis”. Esta guía propone una serie de recomendaciones prácticas para promover una recuperación turística inclusiva en los municipios más afectados. La gestión integral del riesgo de desastres se planteó como el marco central, considerando la reparación física de la infraestructura,  en conjunto con los procesos sociales, ambientales y económicos que permiten una recuperación holística. En la guía, se analizan las desigualdades y barreras de exclusión existentes antes de la llegada del huracán,  las vulnerabilidades que incrementan el nivel de riesgo del sistema y que permitieron mayores daños y pérdidas por el impacto del meteoro. A su vez, propone medidas para que la recuperación sea un proceso de construcción de una sociedad más inclusiva e igualitaria.

El documento se destaca por abordar las necesidades diferenciadas de mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes, asegurando que las intervenciones no aumenten vulnerabilidades existentes, ni puedan crear nuevas. Este enfoque inclusivo es esencial para garantizar que el turismo no sólo vuelva a ser la principal fuente de ingresos para la región, sino también un motor de desarrollo sostenible y equitativo. La presentación de la guía, a través de un seminario web contó con la participación de representantes de diversas instituciones, lo que refuerza el carácter colaborativo de la iniciativa y la importancia de la coordinación para una reconstrucción efectiva.


 

Un grupo de personas sentadas en una playa

Impulsar un “Sector Turismo Violeta”

Esta iniciativa, en curso, busca apoyar la recuperación económica de la región,  y lo hará poniendo en primera fila a las unidades de negocio más pequeñas en manos de las mujeres locales. Considerará también, las necesidades específicas de las pequeñas empresarias y su clientela, priorizará medidas que fortalezcan la seguridad y el empoderamiento femenino mediante la creación de capacidades y la promoción de redes de apoyo, y posteriormente, incluso de políticas públicas que las empoderen económicamente y hacia su auto-cuidado. 

Este tipo de medidas reconocen, además, que las mujeres desempeñan un papel fundamental en la recuperación y en la construcción de un sector turístico más resiliente en lo social, económico y ambiental.


 

Resiliencia hídrica y enfoque de género

La gestión de recursos hídricos es otro pilar esencial en la reconstrucción. Por ello, se trabajó, a través de un enfoque participativo, con personas líderes y grupos comunitarios, integrados en su mayoría por mujeres, para evaluar las necesidades de acceso al agua y al saneamiento en las localidades más gravemente afectadas, incorporando además una perspectiva de género. 

Las evaluaciones realizadas permitieron identificar los impactos y las necesidades diferenciadas por género y específicas de cada barrio y comunidad, dando paso a la formación de grupos de acción comunitaria que trabajan activamente en la implementación de medidas correctivas y sus programas de mantenimiento preventivo a las soluciones técnicas. Esta labor resolverá la crisis inmediata, y sentará las bases para una gestión y gobernanza del agua más equitativa y sostenible a nivel local.

Un grupo de personas sentadas en una estación de tren
Un hombre de pie en un campo de hierba seca

 

Fortalecimiento de capacidades y coordinación multisectorial

La coordinación y el fortalecimiento de capacidades institucionales es clave para una respuesta efectiva. A petición de instancias gubernamentales federales y estatales, el PNUD en México jugó un papel de facilitador en la etapa de recuperación post-huracán, para coordinar las comisiones sectoriales que se formaron por los diversos actores y una mesa general de coordinación inter temática, bautizada como “Martes de Reconstrucción”, por el día en que ésta se ha llevado a cabo. Estas reuniones permitieron una colaboración eficiente y fluida entre 64 instituciones y organizaciones, asegurando una recuperación integrada y coherente.

Los procesos de recuperación son una gran oportunidad para fortalecer capacidades organizacionales e institucionales, por lo que para complementar a las comisiones y mesas, se organizaron talleres sobre transparencia, accesibilidad, género, sustentabilidad, reconstrucción anti-huracanes, interculturalidad, manejo de herramientas de análisis espacial, manejo de residuos, gestión local y  municipal de emergencias, para fortalecer las capacidades de los actores involucrados en la recuperación. En promedio, asistieron más de 30 organizaciones e instituciones a cada una de estas sesiones. Una parte del conocimiento generado está disponible en un micrositio, lo que facilita su acceso y asegura la continuidad de las buenas prácticas aprendidas.  

Ir al micrositio

Un grupo de personas sentadas en una mesa

 

Un grupo de personas en una habitación

Planificación a largo plazo y lecciones aprendidas

Como parte del compromiso de construir un futuro más resiliente, se acordó con el gobierno del estado de Guerrero el diseño de un nuevo Plan de Desarrollo para la región Costera del estado de Guerrero, afectada por el huracán Otis. Esto permitirá reorientar las políticas públicas estatales a la nueva situación generada por el huracán, e introducir en programas y proyectos existentes criterios de reconstrucción resiliente, de adaptación al cambio climático, inclusiva y sostenible. Este plan, con buenos avances, pero aún en construcción, regirá el periodo 2024-2027 en esta zona, y quedará listo después de varios talleres en los que participan instancias del gobierno estatal, gobiernos municipales (principalmente el de Acapulco), así como organismos de la sociedad civil y el sector privado. Los talleres de diseño están incorporando los diagnósticos, avances y propuestas de todas las comisiones y mesas intersectoriales de recuperación, para evitar duplicar esfuerzos. 

Asimismo, el taller de sistematización de lecciones aprendidas realizado en junio pasado, permitió documentar 20 buenas prácticas y lecciones aprendidas que serán valiosas para futuros esfuerzos de recuperación en la región y otros lugares.

 


 

Aliados estratégicos 

Las alianzas estratégicas con el sector público, privado y social impulsadas por el ánimo de sumar esfuerzos y compartir los retos, han permitido establecer co-inversiones en especie con el gobierno federal, en particular con Centro Nacional de Prevención a Desastres (CENAPRED), Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Secretaría de Turismo (SECTUR); con el gobierno estatal vía Secretaría de Fomento y Desarrollo Económico (SEFODECO), Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRyPC), Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural (SAGADEGRO), la Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional (SECPLAN);  y con  el Gobierno Municipal de Acapulco. Adicionalmente con la GIZ de Alemania (Agencia Alemana para la Cooperación Internacional), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Fundación Rotoplas, el Centro Nacional de Filantropía (CEMEFI),  OXFAM México, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) y la Asociación Mexicana de Bancos (AMB). A su vez, el PNUD ha acordado recibir cofinanciamiento por parte de varias fundaciones del sector privado lideradas por Fomento Social Banamex, Fundación Coca-Cola, Fundación Coppel, Fundación Televisa, Fundación Compartamos, Centro Nacional de Apoyo para Contingencias Epidemiológicas y Desastres, A.C. (CENACED), Fundación Ayuda en Acción, Fundación Semilla de Manzana México y, Fundación CEMEX. Estas alianzas son un claro ejemplo de confianza y complementariedad entre sectores diversos.  

Un grupo de personas de pie frente a una multitud

 

Un año construyendo en colectivo la resiliencia para Acapulco

El camino recorrido demuestra la importancia de contar con equipos, metodologías y fondos de despliegue rápido, así como relaciones de confianza construidas en conjunto con otros organismos internacionales, y redes de la sociedad civil mexicana, como Unidos por Ellos, CENACED y CEMEFI, y por supuesto instancias de los tres niveles de gobierno (municipio de Acapulco, estado de Guerrero y gobierno federal). En conjunto, se ha podido intercambiar información, elaborar estrategias conjuntas, recibir o complementar fondos, y sobre todo, prestar un mejor servicio a la población afectada por Otis. En todas las acciones se ha logrado contar con la participación activa de la comunidad, especialmente de las mujeres. 

Es por ello que la conmemoración del aniversario no solo recuerda la devastación causada por el huracán, sino que celebra la resiliencia y el esfuerzo colectivo para construir sociedades más resilientes.