Hoy 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, vigente desde su declaración por medio de la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1994. En el mundo, los pueblos indígenas representan aproximadamente el 5% de la población mundial. Pero, pese a su relevancia para la convivencia democrática, el aporte de sus saberes y conocimientos y de su contribución a la unidad en la diversidad, se encuentran entre las poblaciones más discriminadas y vulnerables.
En Bolivia, las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos tienen vigencia desde tiempos inmemoriales, y han sido siempre actores fundamentales en los procesos sociales y políticos trascendentales del país, tal como lo reconoce la Constitución Política del Estado.
El trabajo con los pueblos indígenas y campesinas en el país es de larga data para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) , a través de acciones de desarrollo y colaboraciones estratégicas de acompañamiento del ejercicio de derechos económicos, sociales y culturales en el marco del proceso de construcción del Estado Plurinacional y el desarrollo de la Democracia Intercultural en Bolivia. En esta tarea, es reconocida la alianza estratégica con la Agencia de Cooperación Sueca para el Desarrollo (ASDI) y actores gubernamentales y de la sociedad civil.
En este marco, se ha contribuido a la constitución de las autonomías indígena originario campesinas de Charagua en el Departamento de Santa Cruz, Raqaypampa en Cochabamba y Uru Chipaya y Salinas de Garci Mendoza en el Departamento de Oruro. Asimismo, se apoyó a las entidades territoriales que hoy se encuentran en trámite para su acceso al régimen autonómico. Este impulso constituye un paso esencial para transitar hacia la verdadera transformación del Estado, al incluir los derechos de población vulnerable y sujeta a marginación.
Se han dado pasos importantes para la ampliación y profundización de la democracia, a través del reconocimiento de diferentes formas de democracias comunitarias, el derecho a la libre determinación, el autogobierno y el reconocimiento de la justicia indígena originario campesina, como parte sustantiva del pluralismo jurídico reconcido en la Constitución Política del Estado.
Como uno de los hitos de este procesos, se apoyó activamente en la selección y elección democrática de los GAIOC, constituidos de acuerdo con normas y procedimientos propios y con importante presencia de mujeres y jóvenes.
De la misma manera, se contribuyó al desarrollo de acciones, enfoques y directrices con relación al cuidado de la naturaleza, el medioambiente, la biodiversidad y los sistemas y medios de vida que desarrollan los pueblos indígenas en el marco de su concepto del “vivir bien”.
Un aspecto relevante fue también el fortalecimiento y visibilización de los roles de las mujeres y los jóvenes indígenas, como sujetos de primer orden en el proceso de implementación y desarrollo de las autonomías indígena originario campesinas, así como a la implementación de acciones de fortalecimiento, defensa y ejercicio de sus derechos humanos.
A través de mecanismos de diálogo político intercultural entre actores sociales, políticos, productivos y vecinales de las propias autonomías indígenas, así como con niveles departamentales y nacionales se ha fortalecido el enfoque de convivencia democrática y la construcción de sociedades inclusivas, pacíficas y productivas.
Hoy, que los pueblos indígenas en Bolivia y el mundo enfrentan situaciones de alta vulnerabilidad, restricciones y peligros como producto de la pandemia del Covid-19, se han desplegado esfuerzos para apoyar con Planes de Contingencia, Emergencia y Recuperación basados en las decisiones y disposiciones del gobierno nacional y de los gobiernos locales. En este contexto, se ha contribuido con acciones de apoyo para la adquisición, y distribución de medicamentos e insumos de bioseguridad, en coordinación y bajo los protocolos de las instancias gubernamentales correspondientes.
En el caso de las comunidades y poblaciones campesinas e indígenas que se encuentran en territorios muy dispersos y alejados de los principales centros urbanos, se ha brindado el apoyo correspondiente para el acceso a los bonos y la asistencia económica y social otrogados por el gobierno nacional, los gobiernos departamentales y municipales y los propios GAIOCs, asistencia que ha contribuido a paliar la difícil situación social y económica que atraviesan las comunidades y pueblos en los territorios indígenas.
Hoy, en miras de cerrar un ciclo con transformaciones profundas en el camino al desarrollo inclusivo y democrático, reafirmamos un indeclinable compromiso para continuar apuntalando el proceso de consolidación de los derechos y desarrollo de los pueblos indígenas de Bolivia, aunando esfuerzos con actores del Estado, la sociedad civil y los mismos pueblos y naciones indígena originario campesinos.