Representantes del Ministerio de Medio Ambiente, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el sector privado se reunieron el pasado viernes, 16 de noviembre, en las oficinas del PNUD en Santiago para dar seguimiento al Plan de Gestión para la Eliminación de los HCFC, bajo el cual actualmente Chile se encuentra implementando proyectos de conversión en los sectores de refrigeración y espumas, complementados con capacitaciones y modificaciones a las regulaciones vigentes.
En el año 2007 se firmó el primer proyecto para cubrir las necesidades de personal que el país requería para trabajar en estos temas, recibiendo fondos del Protocolo de Montreal para sostener la Unidad de Ozono. Ese año se inició también el proceso de reducción y eliminación de los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) de acuerdo a las metas y compromisos del país, y en octubre del año 2016, aprobó la Enmienda de Kigali para reducir la producción y el consumo de los hidrofluorocarbonos (HFC), siendo Chile el primer país de la Región en ratificar dicha Enmienda.
Los HCFC se utilizan principalmente en los sectores de refrigeración y aire acondicionado, espumas, solventes y extinción de fuego. Los HFC a su vez, que son sustancias que no dañan la capa de ozono pero tienen un alto potencial de calentamiento global, se están utilizando como alternativas a los HCFC y han ido incrementando su uso en la medida que los primeros se han ido reduciendo.
En el caso de los HFC, Chile ha ido actuando con visión de futuro ante la Enmienda de Kigali, de modo que ha ido propiciando también el uso de alternativas a estas sustancias. El resultado es que Chile se ha posicionado en la delantera de la Región en el uso de la tecnología del CO2 transcrítico en los sistemas de refrigeración de los supermercados (dos supermercados).
Desde el 2017 se implementa el segundo acuerdo, que da continuidad y cuyo foco es el cumplimiento de la meta del Protocolo de Montreal del año 2020. Esta iniciativa permitirá la eliminación del HCFC-141b en el sector de espumas con el fin de reducir su uso; además asumirá el monitoreo de todas las acciones que se lleven a cabo.
Estos proyectos son una oportunidad única para facilitar la introducción de esta tecnología ambientalmente amigable que será una herramienta para el país y la región, permitiendo reducir al mínimo el uso de tecnologías basadas en HFC al tiempo que ofrecen una nueva opción ambientalmente sostenible para la eliminación de los HCFC. Además, resalta la importancia del trabajo en torno a las alianzas público-privadas para avanzaran hacia una mayor sostenibilidad.
La Agenda 2030 señala que: “La actividad empresarial, la inversión y la innovación privadas son los grandes motores de la productividad, el crecimiento económico inclusivo y la creación de empleo. Reconocemos la diversidad del sector privado, que incluye tanto a las microempresas como a las cooperativas y las multinacionales. Exhortamos a todas las empresas a que aprovechen la su creatividad e innovación para resolver los problemas relacionados con el desarrollo sostenible” (Artículo 67 de la Declaración Transformar Nuestro Mundo).
Finalmente, el evento se cerró con la entrega de certificados del Ministerio de Medio Ambiente y PNUD, a modo de reconocimiento de aquellas empresas que han participado del proyecto “Programa de Apoyo al Sector Espuma” y han contribuido al Plan de Gestión para la Eliminación del HCFC en Chile a través del uso sustentable de sustancias que no afectan la capa de ozono ni al cambio climático. --- Article text goes here ---