Declaración de los jefes de los organismos de las Naciones Unidas, PNUD, UNICEF, ONU Mujeres y UNFPA, haciendo un llamado por la solidaridad con las sobrevivientes y los defensores de sobrevivientes y derechos de las mujeres que trabajan para prevenir y poner fin a la violencia de género.
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
23 de Noviembre de 2018
Declaración de los jefes de los organismos de las Naciones Unidas, PNUD, UNICEF, ONU Mujeres y UNFPA, haciendo un llamado a la solidaridad con las sobrevivientes y los defensores de sobrevivientes y derechos de las mujeres que trabajan para prevenir y poner fin a la violencia de género.
Para conmemorar este año el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la campaña ÚNETE del Secretario General nos pide que solidaricemos con las sobrevivientes y defensores de sobrevivientes y derechos de las mujeres que trabajan para prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas. Nuestro deber no es sólo solidarizarnos con ellas, sino también intensificar nuestros esfuerzos para encontrar soluciones y medidas para detener un flagelo global y prevenible que tiene un impacto perjudicial en la vida y la salud de las mujeres y las niñas.
El último año ha sido extraordinario en términos de la conciencia que se ha generado sobre el alcance y la magnitud de las diferentes formas de violencia infligidas a mujeres y niñas. La campaña #YoTambién (#MeToo, en inglés), uno de los movimientos sociales más poderosos de los últimos tiempos, ha puesto el reflector sobre este tema. Esta toma de conciencia se vio reforzada por el otorgamiento este año del Premio Nobel de la Paz de a dos notables activistas, Nadia Murad y Denis Mukwege, que trabajan para poner fin a la violencia contra las mujeres en situaciones de conflicto.
Más de un tercio de las mujeres en todo el mundo ha experimentado violencia física o sexual en algún momento de sus vidas. Además, las investigaciones indican que el costo de la violencia contra las mujeres podría ascender anualmente a alrededor del 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Esto equivale a 1,5 billones de dólares.
Más allá de la sensibilización, los gobiernos, el sector privado, la comunidad artística, las organizaciones de la sociedad civil, la academia y los ciudadanos comprometidos están buscando nuevas formas de abordar con urgencia este flagelo global.
Por más de 20 años, el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para poner Fin a la Violencia contra las Mujeres (administrado por ONU Mujeres) ha estado invirtiendo en iniciativas nacionales y locales para traducir las promesas de políticas en beneficios concretos para mujeres y niñas, y contribuir así a la prevención de la violencia en el largo plazo.
Como parte de la Iniciativa Spotlight para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, una alianza global y multianual entre las Naciones Unidas y la Unión Europea, estamos trabajando con diferentes socios para aumentar la escala y la ambición de nuestras intervenciones. Nos queda claro que reducir y prevenir la violencia contra las mujeres es transformador: mejora la salud de las mujeres y los niños, reduce los riesgos de contraer el VIH y las infecciones de transmisión sexual, mejora la productividad económica y el logro educativo, y reduce los riesgos de enfermedades mentales y el abuso de sustancias, entre otros beneficios.
A través de la Iniciativa Spotlight, nuestras agencias están movilizando una diversidad de partes interesadas para abordar tanto las causas de la violencia como sus causas más inmediatas. En línea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la iniciativa incorpora de lleno el principio de no dejar a nadie atrás. Spotlight también partirá de las buenas prácticas existentes y promoverá programación basada en evidencia, así como la incorporación de nuevas soluciones para acelerar resultados.
En la ONU estamos trabajando incansablemente con nuestras contrapartes para fortalecer los marcos legales e institucionales, mejorar los servicios de atención a las sobrevivientes y abordar las causas fundamentales de la violencia desafiando normas y conductas sociales perniciosas y eliminando las desigualdades de género más amplias.
Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas no es un esfuerzo de corto plazo. Requiere esfuerzos coordinados y sostenidos de todos nosotros. Demostrar que estos esfuerzos arrojan resultados es el mejor homenaje a las sobrevivientes y a los y las defensoras de sobrevivientes y derechos de las mujeres que hoy reconocemos.