La primera vez que el documento rector de la política de cooperación en México se consulta basándose en los principios del diseño de políticas públicas abiertas
El beneficio de diseñar políticas públicas de forma abierta y colaborativa es mayor a su costo
17 de Julio de 2020
El caso de las consultas multiactor para el programa de cooperación internacional para el desarrollo de México 2019 - 2024
La formulación de políticas públicas, cuando se realiza de forma colaborativa y abierta, trayendo a la mesa a distintos actores, genera mejores resultados que si se realizara por unas cuantas personas a puerta cerrada entre oficinas de gobierno. Escuchar las ideas de otras personas y entender sus puntos de vista nos abre el panorama y ayuda a diseñar mejores políticas públicas. Pero, también añade pasos y hace más complejo un proceso que ya es intelectualmente demandante para quienes lo realizan que, además, operan bajo la exigencia de que el proceso suceda en un periodo corto de tiempo.
En esta entrada de blog te contamos cómo desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México colaboramos con la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) para diseñar una metodología de consultas multiactor y probar la hipótesis de que, el esfuerzo adicional para realizar un proceso abierto y participativo de diseño de política pública tiene un valor agregado y deja a las personas involucradas en el proceso más satisfechas con el trabajo realizado.
El status quo
El aprendizaje emana de la elaboración de un programa especial derivado del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, el Programa de Cooperación Internacional para el Desarrollo (PROCID), pilar programático del Sistema mexicano de Cooperación Internacional para el Desarrollo (CID). En este se definen los temas prioritarios en los que el país desea colaborar con sus aliados en la comunidad internacional y particularmente en Centroamérica, tanto como donante como receptor, así como el papel que aspira a jugar en las agendas globales de desarrollo en el corto, mediano y largo plazo, con el fin de avanzar hacia la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Los esfuerzos por convocar a distintos actores en el marco de foros y talleres para conocer sus puntos de vista e integrarlos en el PROCID no es algo nuevo. La AMEXCID, que junto con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se encarga de redactar el documento al inicio de cada nueva administración federal, acostumbra a organizar consultas de este tipo invitando a especialistas en CID, actores de la sociedad civil y la academia.
Sin embargo, a pesar de que estos espacios sirven para sensibilizar a quienes diseñan las políticas públicas y darles elementos de diagnóstico, en última instancia, la redacción del PROCID siempre se había realizado entre las y los funcionarios a puerta cerrada. Esta era la práctica habitual hasta que, a finales de 2019, la AMEXCID solicitó el apoyo del PNUD para diseñar un proceso innovador de consultas multiactor que informaran la elaboración del PROCID 2019-2024. La confianza depositada en el PNUD nos abrió la puerta para involucrarnos y aprender en el proceso.
Hacia el diseño de políticas públicas abiertas
En el PNUD, mediante el Programa de Cooperación AMEXCID-PNUD, en colaboración con el Laboratorio de Aceleración y junto a un equipo de académicos expertos en CID, liderados por la Dra. Gabriela Sánchez Gutiérrez del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, nos dimos a la tarea de diseñar ágilmente una metodología de consulta multiactor basada en los principios del Diseño de Políticas Públicas Abiertas (DPPA), que incluyera elementos de inteligencia colectiva para la retroalimentación del PROCID.
Los principios del diseño de políticas públicas abiertas son: la curiosidad, para atreverse a desafiar supuestos y ponerlos a prueba a través de la experimentación; el trabajo colaborativo y en red, para disminuir la distancia entre quienes redactan la política pública y quienes opinan, invitando a todos a trabajar de forma más horizontal; y el involucramiento digital, para abrir nuevos canales a través de los cuales se recaben opiniones aprovechando las nuevas tecnologías y sin limitarse únicamente a espacios físicos para la interacción.
Estos principios son, ante todo, una invitación para que las personas encargadas del diseño de políticas públicas cambien de paradigma. El enfoque incita a cuestionar sus supuestos, ser más humildes sobre el papel que desempeñan en el proceso y abrirse a la posibilidad aprendizajes por nuevas vías. Todo esto, conlleva al diseño de políticas públicas más participativas e informadas por una gama más amplia de visiones.
Consultas multiactor como reto al status quo
Desde la primera vez que se presentó esta visión a la AMEXCID, nuestras contrapartes la acogieron y reconocieron como un paso en la dirección adecuada. No obstante, dado el tiempo limitado con que se contaba antes de la fecha límite para someter la redacción final del PROCID ante las autoridades correspondientes, se optó por que la metodología se concentrara en los principios de curiosidad y trabajo colaborativo y en red, dejando el involucramiento digital para las fases siguientes en el ciclo de gestión. La AMEXCID destacó la importancia de darle seguimiento a la implementación del PROCID y así, el involucramiento digital quedó como propuesta de herramienta para detonar, en una colaboración posterior, el diálogo continuo con los actores involucrados.
El primer paso consistió en realizar un grupo focal con expertas y expertos en CID para definir los temas más relevantes a discutirse en las consultas multiactor. Las y los actores que se convocaron fueron definidos por la AMEXCID, e incluyeron a representantes de la sociedad civil, el sector privado, los gobiernos locales, parlamentarios, la academia, agencias y organismos internacionales presentes en México y dependencias de las Administración Pública Federal (APF).
En el grupo focal, se comenzó identificando las personas usuarias del PROCID. Tanto quienes lo consultan y utilizan para trabajar (la propia AMEXCID y las áreas de cooperación internacional que forman parte de las distintas secretarias de gobierno, por ejemplo), como los grupos poblacionales a quienes busca impactar. Se trabajó a partir de la pregunta ¿para quiénes está redactado?, aun si nunca llegaran a leer el Programa. Esta actividad se complementó con una representación del viaje que las usuarias realizan en su interacción con el Programa. El objetivo fue rescatar los supuestos que el grupo tenía sobre la forma de operar del PROCID, a fin de discutirlos entre todas y todos.
El siguiente paso fueron las consultas multiactor, que constituyeron el primer ejercicio de consulta de un documento de planeación en la AMEXCID basado en los principios del DPPA. La AMEXCID compartió con nosotros el borrador integral del PROCID, y con él organizamos un taller en el que, durante dos días, un grupo diverso de actores tuvo la oportunidad de reorganizar los objetivos y las líneas de acción del programa de forma participativa y plural. Los y las participantes contribuyeron tanto al fondo, proponiendo nuevos objetivos y líneas de acción; como a la forma, realizando sugerencias de cambio sobre la redacción de estos, para garantizar la internalización de un enfoque de derechos.
Al momento de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, el PROCID 2019-2024 marcará un precedente en la elaboración de los programas derivados del Plan Nacional de Desarrollo en México. Sabemos que este es solo un primer paso. La aspiración en PNUD es demostrar que la inclusión de más actores en el diseño de la política pública contribuye a maximizar su impacto. En otras palabras, que el beneficio de diseñar políticas públicas de forma abierta y colaborativa es mayor a su costo.
Gracias a esta actividad, el equipo de planeación de la AMEXCID ahora cuenta con nuevas herramientas y habilidades para el desarrollo de política públicas de una forma abierta y centrándose en las personas. ¿Tienes experiencia en el diseño de políticas públicas abierto y centrado en las personas o conoces otras metodologías que puedan ser de utilidad para mejorar la gestión del gobierno?
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