Litio en América Latina: ¿Una nueva búsqueda de “El Dorado”?
26 de Mayo de 2022
La leyenda de El Dorado cuenta la historia de un lugar que supuestamente albergaba grandes recursos de oro en algún lugar de América del Sur. Durante casi dos siglos se lanzaron expediciones para encontrar el mítico reino donde los príncipes ungidos eran cubiertos con polvo de oro y se hundían barcos llenos de piezas de oro y esmeraldas como ofrenda a los dioses. Como retrata brillantemente la película de Werner Herzog, las expediciones terminaron en fracasos trágicos y costosos. En el siglo XVIII, los estudios cartográficos redujeron el mito a una realidad mucho menos rentable y fantástica, un área a 70 km de Bogotá donde sí se encontró algo de oro, pero nada parecido a lo que sugería la leyenda.
El litio, un mineral blando y plateado, está en el centro de la transición energética. A medida que los países de todo el mundo se esfuerzan por transitar hacia economías más sustentables, las baterías recargables adquieren un rol fundamental. Estas se utilizan para alimentar vehículos eléctricos y almacenar energía de fuentes renovables, como la eólica y la solar. El litio, es el componente principal esencial de estas baterías, que también se utiliza en los dispositivos portátiles móviles, ya actúa como un medio para el "almacenamiento de energía".
Según los datos más recientes, América Latina posee el 60% de todos los recursos de litio identificados en el mundo. Estos se encuentran principalmente en Bolivia, Argentina y Chile, a veces denominados como el “triángulo de litio”.
Dado el interés mundial que han suscitado los vehículos eléctricos, la demanda de litio se ha disparado. Los altos precios de las gasolinas son un incentivo más para que dicha demanda continúe creciendo y tengamos cada vez más formas de transporte eléctrico circulando en las calles. Como resultado, los precios del litio se han disparado, incrementándose más de 11 veces en los últimos 2 años: de $6 mil dólares por tonelada en marzo de 2020 a más de $70 mil en su punto máximo a partir de 2022, como lo muestra la siguiente gráfica.
Para los países con recursos de Litio esto ha generado la gran expectativa de que este mineral pueda ser un importante motor de crecimiento en los próximos años. Sin embargo, el litio, aunque abundante, es difícil de extraer. A continuación, se presentan cuatro motivos que invitan a ser cautos antes de llamar al litio el “oro blanco” de nuestros días:
- La mayor parte de las ganancias de la industria del litio provienen de una larga cadena de valor que crea las baterías de litio. Es probable que los países que sólo extraen y exportan litio tengan ganancias potenciales limitadas. En la elaboración de una celda de batería de iones, el 40% del costo proviene de los insumos necesarios para fabricar el cátodo. El cátodo involucra, por supuesto, litio, pero también otros metales refinados. Los 10 principales fabricantes de baterías EV por cuota de mercado tienen su sede en países asiáticos, concentrados en China, Japón y Corea del Sur. Las tres empresas principales fabricantes de baterías (CATL, LG y Panasonic) combinados representan casi el 70% del mercado de fabricación de baterías para vehículos eléctricos. Es decir, los países latinoamericanos tendrían que invertir significativamente en I+D para mantener partes más grandes de la cadena de valor en casa y poder obtener ganancias significativas.
- La extracción y producción de carbonato de litio apto para baterías requiere importantes inversiones. Las estimaciones recientes de los expertos en litio de Roskill han estimado que los costos marginales de producir litio refinado tanto de carbonato como de hidróxido oscilarían entre $ 6,000 y $ 8,000 /t hasta 2036. Esto podría explicar por qué solo unos pocos países han podido extraer litio. Actualmente, cuatro operaciones minerales en Australia, dos operaciones de salmuera cada una en Argentina y Chile, y dos operaciones de salmuera y una operación mineral en China representan casi toda la producción de litio en el mundo.
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Existen importantes costos ambientales y sociales de la producción de litio. La mayor parte de la producción latinoamericana proviene de salmueras con ecosistemas frágiles. La extracción de litio a partir de salmueras en América del Sur está asociada con la posibilidad de contaminar las cuencas hidráulicas locales. Estas cuencas cerradas albergan una rica biodiversidad que depende del delicado equilibrio entre agua dulce y salina. Muchas de estas áreas están habitadas por comunidades indígenas que dependen del agua para sus principales actividades económicas. Dado que históricamente los proyectos mineros no han tenido buenos resultados en cuanto a la protección de los derechos humanos, se deben tomar medidas significativas para promover la participación y el bienestar de la comunidad local.
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El grupo de países y lugares con recursos identificados se está expandiendo rápidamente. Los altos precios están creando incentivos para encontrar nuevos recursos de litio. Según el Servicio Geológico de EE. UU., los recursos de litio identificados pasaron de 53 millones de toneladas en 2018 a 89 millones de toneladas en 2022, un aumento del 41% en solo 5 años. En otras palabras, la oferta tiene el potencial de crecer e impactar los precios. Además, hay un sector creciente de reciclaje de litio. Alrededor de 25 empresas en América del Norte y Europa reciclan baterías de litio o planean hacerlo. Se han establecido asociaciones entre empresas automotrices y recicladores de baterías para suministrar a la industria automotriz una fuente de materiales para baterías.
El litio es un mineral esencial para reducir las emisiones de efecto invernadero, y se encuentra en grandes cantidades en América Latina, por lo que representa una oportunidad relevante. Sin embargo, capitalizar esta oportunidad requiere una inversión significativa y su sostenibilidad no está clara. Se requiere una perspectiva de gobernanza sostenible para garantizar que la inversión esté disponible y que las ganancias de la "fiebre" del litio se distribuyan de una manera que mejore el bienestar de las sociedades, especialmente las de las comunidades locales.
Cualquier oportunidad que el litio presente a los países debe reinvertirse en una transformación tecnológica más ambiciosa y orientada a largo plazo, que permita a las sociedades superar las trampas de productividad. Los recursos naturales pueden ser un valioso propulsor del desarrollo, pero sin una inversión adecuada y una gobernanza sostenible, su búsqueda podría convertirse en otra aventura para encontrar El Dorado.
(1) Recursos identificados: Recursos para los cuales se conoce la locación, grado, calidad y cantidad o bien puede ser estimados mediante evidencia geológica. Fuente: Servicio Geológico de EE. UU. (2022) Resúmenes de materias primas minerales.