Los compromisos asumidos por los países en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) siguen siendo insuficientes para cumplir con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 °C, por lo que es urgente incluir a todos los sectores en la solución.
Desde 2012, el PNUD ha venido explorando formas de dar más espacio al sector privado en la acción climática, recientemente a través de su Programa de Apoyo a las NDC y la iniciativa Climate Promise (ambos en inglés). Los gobiernos de América Latina han fomentado programas voluntarios de huella de carbono para canalizar esfuerzos espontáneos desde el sector público y privado hacia la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Países como Chile, Perú y Panamá ya cuentan con experiencias y logros concretos implementando el cálculo, monitoreo y gestión de las emisiones de GEI. Estas iniciativas de huella de carbono se basan en proveer una calculadora de emisiones en línea junto con un sistema de sellos de reconocimiento para organizaciones que reporten, reduzcan o idealmente neutralizan sus emisiones de GEI.
Durante la COVID-19, ha sido interesante cómo ha resultado un elemento que ha reforzado la resiliencia ante crisis inesperadas. A continuación se detallan algunos aspectos destacados de nuestro trabajo para reducir la huella de carbono del sector privado en la región:
- El programa pionero en la región es Huella Chile, el cual cuenta con el apoyo del PNUD desde 2012 y fue formalmente establecido en 2014. A día de hoy, tiene inscritas 1.468 organizaciones y ha otorgado 904 sellos de reconocimiento, incluyendo sellos de cuantificación, reducción, neutralización y excelencia. Además, la iniciativa ha capacitado a más de 3.000 personas en los efectos del cambio climático y en la gestión de los GEI, e incluye innovaciones como la huella hídrica, huella de municipios (sistema de reconocimiento comunal) o el sello de igualdad de género, entre otros.
- Reduce Tu Huella - Corporativo, la iniciativa más reciente en la región, fue impulsada por el Gobierno de Panamá en el 2021. A día de hoy, cuenta con 71 organizaciones inscritas y pretende establecer un proceso estandarizado para identificar, calcular, reportar y verificar información relativa a los GEI dentro de los límites de organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil. Además, incluye un componente de reducción de la huella hídrica, con el que se busca mejorar la gestión de sus recursos hídricos y vincular a estrategias de adaptación al cambio climático.
- Perú, como parte de la estrategia de mitigación de su NDC para 2030, ha implementado la de Huella de Carbono Perú, inspirado en Huella Chile. Cuenta con 567 organizaciones registradas y 267 sellos de reconocimiento. Entre 2018 y 2020, se neutralizaron un total de 377.782 toneladas de CO2 por parte de empresas registradas de manera voluntaria. Teniendo en cuenta que Huella Perú solo representa el 2,2 % de las emisiones reportadas, podemos ver el claro potencial de este trabajo para establecer mecanismos de acción concretos para la neutralidad climática.