Las minas terrestres, artefactos explosivos ocultos bajo tierra con la intención de matar y mutilar, pueden permanecer allí durante años o incluso decenios. Sin embargo, cuando le explotan a un agricultor que se ocupa de los cultivos o a un niño que recoge un misterioso objeto que confundió con un juguete, su potencial de destrucción, que alguna vez estuvo latente, se desata en un instante. Cada día, un promedio de 20 personas mueren o resultan heridas por minas terrestres en todo el mundo. Esto ocurre principalmente en países en paz y la mayoría de las víctimas son civiles.
La eliminación de minas terrestres permite a las personas vivir con seguridad y forjar su futuro, libres del temor de que el próximo paso pueda ser el último. Significa que los agricultores pueden trabajar sus tierras en condiciones seguras, que los niños pueden recibir educación y que se recupera el acceso a las carreteras, los mercados y los servicios locales. La participación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en las actividades relativas a las minas comenzó en 1993 en Camboya. A través de sólidas alianzas con el Gobierno y los operadores de desminado, hemos destruido hasta la fecha cuatro millones de minas terrestres y restos explosivos de guerra. Esta colaboración ha facilitado que más de 2.000 km2 de tierra para más de siete millones de personas sean seguras. Se han salvado vidas y prevenido mutilaciones, las familias han regresado a sus hogares, los niños han vuelto a la escuela y a los parques infantiles, y se han creado nuevas oportunidades, contribuyendo así a impulsar el desarrollo socioeconómico.
Las actividades relativas a las minas implican mucho más que la simple remoción de estas. Es imperioso abordar directamente el efecto devastador que tienen las minas en la paz y el desarrollo, así como el progreso de las comunidades hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por ejemplo, los habitantes de las zonas rurales de Tayikistán contaminadas con minas terrestres presentan mayores índices de pobreza con respecto a los de otras partes del país que están libres de minas. Asimismo, en el Yemen, la presencia de minas está dificultando la distribución de ayuda vital a los 20,7 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria. Por ello, el PNUD está mapeando las ubicaciones de las minas terrestres en el país, retirándolas informando a las comunidades de la gravedad de estas y apoyando a las personas lesionadas. Aunque los hombres y los niños representan el 85 % de todas las víctimas, las mujeres y las niñas lesionadas se ven especialmente afectadas en etapas posteriores de la vida cuando se trata de acceder a la asistencia para las víctimas. Por ello, las Naciones Unidas velan para que las mujeres y las niñas reciban el apoyo ajustado a sus necesidades, evitando que caigan en la pobreza. Además, las directrices para ayudar a los operadores de desminado a mantener la paridad de género garantizan que se satisfagan las necesidades de todas las personas.
Las minas terrestres siguen siendo un peligro diario para las comunidades de la República Árabe Siria, Somalia, el Afganistán, Myanmar y otros países. Siguen siendo utilizadas en conflictos hoy en día, incluido en Ucrania. Así pues, bajo la coordinación del Servicio de las Naciones Unidas de Actividades relativas a las Minas (UNMAS por sus siglas en inglés), es esencial seguir trabajando para lograr un mundo libre de la amenaza de las minas y otros restos explosivos de guerra. Por ejemplo, se retirarán más de 80.000 minas terrestres situadas cerca de la frontera entre la República Islámica del Irán, Armenia y Turquía antes de 2023 en el marco de un proyecto conjunto del PNUD y la Unión Europea. Cabe destacar que las nuevas tecnologías están contribuyendo a nuestros esfuerzos en Bosnia y Herzegovina, entre otros países, donde una aplicación móvil ayuda a las personas a evitar las zonas de peligro que aún persisten.
La Carta de las Naciones Unidas nos insta a completar nuestro trabajo: inspeccionar, retirar y destruir las minas terrestres. Junto con esta labor, la comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para detener la producción de minas terrestres y destruir inmediatamente las existencias. Para ello, todos los Estados deben adherirse a la Convención sobre la Prohibición de las Minas Antipersonales. De este modo, se silenciarán estas mortíferas armas de guerra de una vez por todas y se proporcionará el #SafeGround (terreno seguro) en el que todas las personas puedan construir un futuro.
Bajo el lema "Terreno seguro, pasos seguros, hogar seguro", el Servicio de las Naciones Unidas de Actividades relativas a las Minas promoverá el Día Internacional de Información sobre el Peligro de las Minas y de Asistencia para las Actividades relativas a las Minas el 4 de abril de 2022.