¿Qué se recomienda para cambiar este escenario? 

A corto plazo, lo más importante es hacer inversiones en la protección social no contributiva de transferencias monetarias, como: pensiones para adultos mayores y personas discapacitadas. A largo plazo, se tiene que pensar en políticas que lleven al crecimiento económico, al crecimiento de la productividad laboral, lo cual está vinculado con la educación y la formación profesional pero también con el aumento de la formalidad en el mercado laboral.

¿Son efectivos los programas de asistencia social no contributiva? 

Con los programas de asistencia no contributiva se reduce la pobreza inmediata de la gente que recibe estas transferencias, y también, como señala la evidencia, que se mejoran los indicadores en educación de sus hijos, reduciendo, la probabilidad de que esos hijos pasen por la misma situación. En resumen, las transferencias tienen dos efectos: reducen inmediatamente la pobreza extrema de la gente, y a largo plazo, mejoran los niveles de educación de los beneficiarios. Supeditado a acciones estratégicas, y con controles efectivos.

Actualmente, casi todos los países del mundo cuentan con programas de asistencia. Desde el PNUD apoyamos a los países a comprender mejor qué tipo de soluciones de asistencia social son más oportunos y a diseñar estos programas para que tenga un mayor impacto y sean más eficientes y con mayor impacto en la reducción de la pobreza.
 

Hemos escuchado con más énfasis en los últimos tiempos sobre protección social adaptativa ¿De qué se trata? 

La protección social adaptativa es la que contribuye a que la gente esté adaptada a los efectos producidos por el cambio climático y a otras emergencias naturales como: un terremoto, volcanes etc. Entonces, un buen sistema de protección social debe cubrir a la población no solo de los riesgos tradicionales, también los relacionados con los eventos climáticos extremos que en los últimos años, en toda la región, son más comunes de lo que fueron hace unas décadas.