Circulab impulsa la transición hacia una economía circular en Uruguay

16 de Septiembre de 2024
a group of people sitting at different tables during a workshop

PNUDU Uruguay

El pasado 13 de setiembre, empresas y cooperativas que participaron del Circulab, una innovadora iniciativa liderada por CEMPRE (Compromiso Empresarial para el Reciclaje), con apoyo de PNUD, presentaron sus planes de acción. Estos planes, desarrollados a lo largo del proceso de capacitación, están diseñados para implementar acciones concretas durante el próximo año, basadas en la autoevaluación, el intercambio de experiencias y la identificación de prácticas sostenibles. Estas acciones representan un paso más hacia la transformación del sistema productivo, apuntando a cumplir con los objetivos nacionales y a fortalecer el compromiso de las empresas y las cooperativas con la sostenibilidad. 

Circulab busca apuntalar el compromiso de las empresas uruguayas hacia una transición circular. Este proyecto forma parte del "Compromiso por los Residuos", una alianza estratégica que busca alinear los esfuerzos del sector privado con el Plan Nacional de Gestión de Residuos del Uruguay, presentado en 2021, y que se alinea también con la recientemente aprobada Estrategia Nacional de Economía Circular de 2024. 

Circulab surge como una respuesta a la necesidad de convertir los compromisos de las empresas en acciones, promoviendo la adopción de prácticas de producción y consumo sostenibles. En un contexto donde el país busca cumplir con sus metas ambientales y fortalecer la gestión de residuos, la metodología de Circulab se destaca por su enfoque experiencial y colaborativo, que va más allá de la teoría tradicional. La iniciativa facilita un espacio para la autoevaluación, el intercambio de conocimientos y la co-creación de soluciones, involucrando a las empresas en un proceso de reflexión y acción. 

Un enfoque experiencial para el cambio  

El Circulab se apoya en una metodología que combina conocimientos técnicos, herramientas de economía circular y la integración de casos prácticos. A lo largo de su "edición cero", los y las participantes han tenido la oportunidad de involucrarse en actividades que incluyen talleres, visitas técnicas y espacios de intercambio con actores clave, como el Ministerio de Ambiente, la Intendencia de Montevideo, cooperativas de clasificadores y otros eslabones de la cadena de valor. Este enfoque permite que las empresas exploren nuevas formas de contribuir a los compromisos ambientales del país. 

Entre las actividades realizadas, se destacan visitas a la planta de compostaje Tresor y a la cooperativa Géminis, donde los participantes conocieron de primera mano sobre la valorización de residuos y el rol de la inclusión social. La cooperativa Géminis, en particular, juega un rol fundamental en la clasificación y valorización de materiales, siendo a la vez un medio de vida para sus socios y socias. Estas interacciones no solo permiten a las empresas conocer cómo se gestionan los residuos, sino también cómo sus prácticas pueden integrarse y potenciar las estrategias de recuperación de materiales en Uruguay. 

Junto con el Laboratorio de Aceleración del PNUD en el marco de Circulab, las empresas participantes trabajaron sobre sus desafíos específicos, aplicando metodologías de autoevaluación para identificar áreas de mejora. Estos espacios permiten a los participantes diseñar teorías de cambio y planes de acción concretos que se alinean con los principios de la economía circular. 

Además, se llevaron a cabo intercambios técnicos en el CTplas (Centro Tecnológico del Plástico), que revelaron estrategias clave para la recuperación y reciclaje de materiales plásticos, un área crítica en la agenda nacional de sostenibilidad.  

Compromisos alineados con las metas nacionales 

Uruguay ha asumido compromisos ambiciosos en su Plan Nacional de Gestión de Residuos y en su Estrategia Nacional de Economía Circular, que buscan reducir la generación de residuos y aumentar la recuperación y valorización de envases posconsumo no retornables. El Circulab busca facilitar que las empresas integren estos objetivos en sus estrategias operativas, contribuyendo así al logro de las metas nacionales y al desarrollo de un sistema productivo más responsable y sostenible. 

La participación del Ministerio de Ambiente refuerza el enfoque de colaboración público-privada, proporcionando orientación y apoyo en la implementación de prácticas circulares. Esto ha sido clave en la construcción de un entorno favorable para la transición hacia una economía circular, donde el compromiso del sector privado debe ser el motor de cambio. 

 

Intercambio internacional y construcción de redes 

La metodología de Circulab también incluyó instancias de intercambio internacional, como el reciente viaje de benchmarking a Buenos Aires. Durante esta visita, los participantes conocieron instituciones, políticas e iniciativas, como el CEAMSE, el Banco de Alimentos, Alpek, la Municipalidad de Vicente López, la Universidad de San Martín y la cooperativa El Álamo, donde se generaron valiosos aprendizajes sobre cómo adaptar y mejorar las prácticas locales. Estos intercambios permiten enriquecer la perspectiva de las empresas uruguayas y fomentar la adopción de las mejores prácticas.