En esta época solemos pensar mucho sobre el mejor regalo para aquellas personas que son especiales en nuestras vidas. Sin embargo, pocas veces pensamos en nuestra propia existencia, en nuestra calidad de vida y en aquellos bienes colectivos como los océanos o la biodiversidad.
¡Qué estas fiestas sean diferentes! La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) nos inspiran a pensar en el impacto que tiene el acto de cada persona en lo económico, social y ambiental. Es importante que estas fiestas constituyan un tiempo de reflexión sobre nuestros hábitos, y no solo los de consumo. Este es un momento para pensar en el bienestar de otras personas, incluso de aquellas que no conocemos. Consumir bajo patrones responsables garantiza los derechos humanos y la sostenibilidad ambiental. Es importante que pensemos antes de consumir si realmente necesitamos lo que estamos adquiriendo; idealmente, es necesario considerar a la hora de escoger un producto donde terminará después.
Esto es lo que conocemos como economía circular: consumir pensando donde terminará lo que obtenemos una vez que completamos y terminamos su uso.
Por ejemplo, las bolsas plásticas de un solo uso. A un ritmo de acumulación anual de 10 millones de toneladas métricas, nuestros patrones de consumo están conduciendo a que, en el año 2050, los mares terminen con más plásticos que peces, medidos en peso.
Otro ejemplo son los electrónicos tan apetecibles tanto por adultos como por niños, niñas y adolescentes. El mundo generó casi 45 millones de toneladas métricas en basura electrónica, lo que equivale a casi 4500 Torres Eiffel, en el 2016, según un informe de Naciones Unidas. El estudio estima un aumento de por lo menos un 15% en la basura electrónica generada en los próximos dos años, considerando el aumento de usuarios de teléfonos celulares y otros servicios de tecnología de la información, cuyos ciclos de reemplazo son cada vez más cortos.
El comportamiento de consumo en muchos de nuestros países es lineal, eso quiere decir que compramos, usamos y desechamos contrario a la mencionada economía circular. Las repercusiones a la salud humana ante la inadecuada disposición de los residuos son alarmantes, terminan depositadas en los ambientes y entornos naturales, y nos regresan directamente o indirectamente. No queremos micro plásticos en nuestra mesa, pero es lo que ya sucede, por los desechos indiscriminados de plásticos en ambientes naturales como los océanos y los ríos.
Dichos aspectos son sin duda consideraciones que debemos tener presentes para cuidar nuestra calidad de vida.
10 recomendaciones para fiestas en línea con la Agenda 2030:
1. Llevar nuestras propias bolsas reusables
2. Llevar nuestras propias botellas para líquidos, como agua.
3. Si se va a ingerir alimentos en ferias populares, es necesario exigir o educar sobre empaques en materiales renovables y compostables.
4. Cuando compremos productos, sean regalos o de la industria alimenticia, es importante que pensemos cuántos desechos estamos produciéndole al planeta y cuántos de estos terminarán en nuestra costas, ríos y playas, y peor aún de vuelta en nuestras mesas.
5. Para fiestas al aire libre, adquirir vajillas y vasos compostables.
6. Compremos productos locales que ayuden a la industria de artesanos y artesanas locales. Esta acción no solo promueve la generación de ingresos y empleos locales, también contribuye a reducir emisiones por el transporte y desplazamientos de los productos.
7. Disponer adecuadamente los residuos para su reciclaje. Por ejemplo, reciclar los papeles que usemos para envolver regalos (aunque lo ideal es usar materiales reciclados), reciclar el vidrio, el aluminio, los plásticos, todo lo que se pueda.
8. Donemos todo lo que no necesitamos, muchas de nuestras cosas pueden rehusarse y compartirse con otros.
9. En Costa Rica y en otras partes del mundo, durante las fiestas se registra un aumento en la violencia domestica. Celebremos esta época sin violencia intrafamiliar, sin mujeres maltratadas, sin niños y las niñas en hospitales por accidentes pirotécnicos, con personas adultas mayores cuidadas y protegidas; promovamos la reflexión sobre la importancia de la paz y la justicia en el mundo.
10. Por último, siempre tengamos presentes a las personas que están atravesando situaciones de vida complejas como quienes viven en situación de pobreza, o atraviesan desplazamiento por migración y quienes están en abandono.
Que nos movamos cada vez más por los ideales de la Agenda 2030 y los ODS que nos inspiran a no dejar a nadie atrás. Esta época puede ser un momento oportuno para ser consciente, ayudar las personas que más lo necesitan, sin abrir mano de cuidar el planeta.