Transversalizar la perspectiva de género es un proceso que busca tomar en cuenta qué efectos tiene para la vida de las mujeres y los hombres cualquier acción que se realice desde las instituciones públicas, buscando con ello lograr la igualdad sustantiva. El municipio es uno de los grandes desafíos para garantizar el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Sin la localización a nivel municipal de las agendas de género, será imposible alcanzar la igualdad sustantiva y, por lo tanto, el desarrollo sostenible. 

En este sentido, las guías municipales para la integración de la perspectiva de género en la programación pública, elaboradas por el PNUD y ONU Mujeres en México, con apoyo del Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU, ofrecen herramientas y pasos concretos para lograr una transversalización efectiva de la perspectiva de género en todas las facetas de la programación pública a nivel municipal.

Estas guías están cuidadosamente diseñadas para apoyar en las labores cotidianas a tres grupos clave: los alcaldes y las alcaldesas, las personas encargadas de la toma de decisiones y quienes tienen responsabilidad en la formulación de políticas públicas.

Las guías contemplan un enfoque transversalización de la perspectiva de género y del enfoque de derechos humanos en gobiernos locales, buscando así el cumplimiento de la Agenda 2030. Estas guías se centran en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) #5: Igualdad de Género; #10: Reducción de las Desigualdades; y #16: Paz, Justicia e Instituciones Sólidas. Sin embargo, de aplicarse para cualquier política pública que surja desde lo municipal, tendrán una externalidad positiva en todos los ODS, salvaguardando así uno de los principales compromisos de la Agenda: alcanzar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres. 

Los anexos proporcionan una caja de herramientas que permitirá a las personas funcionarias públicas realizar un autodiagnóstico sobre la incorporación de la perspectiva de género en sus acciones; conocer y utilizar las herramientas necesarias para integrar esta perspectiva en las políticas públicas; y tener a su disposición una lista de tareas concretas para promover la igualdad de género en las diferentes fases de un plan, programa, proyecto o política de implementación municipal.