Discurso del Administrador del PNUD en ocasión de la segunda sesión anual de la Junta Ejecutiva 2022
30 de Agosto de 2022
El siguiente discurso se presenta tal y como se preparó para su entrega.
- Señora Presidenta, miembros de la Junta Ejecutiva y delegaciones observadoras, colegas y amigos. Tengo el enorme placer de reunirme hoy con ustedes en este segundo período ordinario de sesiones de 2022 de la Junta Ejecutiva del PNUD, el UNFPA y la UNOPS.
- Excelencias, este es un momento difícil, que llama a la reflexión. Aun para aquellos de nosotros, y me incluyo, que siempre vemos la promesa y las posibilidades inherentes del desarrollo humano en todo nuestro mundo.
- Todos los días, las noticias están repletas de catástrofes. Siempre las hubo, pero se están agravando, convirtiéndose en un "complejo de incertidumbre" desconocido en la historia de la humanidad. Un complejo que abunda en crisis políticas, y la rápida propagación de enfermedades, y el contagio económico mundial, y el riesgo de hambruna, todo ello enmarcado por muchos indicios de colapso de nuestros sistemas planetarios.
- En el PNUD somos testigos perseverantes de lo que estas tendencias significan para la vida cotidiana en general. Las personas están escatimando alimentos a sus hijos. Piden préstamos, no para emprender un negocio, sino para pagar la atención sanitaria. Algunas ven cómo el agua salada destruye sus campos, sus alimentos y sus medios de vida. Un número sin precedentes de personas lo están perdiendo todo al huir de crisis que no han provocado, y que nunca son en su beneficio.
- En medio de tantas crisis, hemos llegado a un momento excepcional. Debemos tomar decisiones que determinarán lo que sucederá durante el resto de nuestras vidas y de las de quienes nos sucedan. De todas estas decisiones, las relacionadas con las finanzas, que es el eje temático de esta reunión de la Junta Ejecutiva, estarán entre las más importantes. Unas finanzas públicas y privadas suficientes y ajustadas, dirigidas por las políticas internacionales y nacionales adecuadas, determinarán en gran medida si viviremos en paz y prosperidad o en un estado de inseguridad y necesidad constante.
- En el marco del Diálogo Estructurado sobre Financiación que se celebra hoy, me referiré específicamente a las finanzas y a cómo todas las iniciativas del PNUD para promover el desarrollo humano y la seguridad humana dependen de las decisiones financieras internacionales y nacionales correctas. Y más importante, describiré cómo el PNUD está impulsando cambios sustanciales en estas decisiones, en el contexto más amplio de la financiación para el desarrollo, tanto pública como privada.
- Antes de entrar en más detalles, quiero reconocer que las señales de políticas son a menudo confusas, lo que refleja nuestros tiempos caóticos. Pero lo fundamental es que podemos encontrar el dinero y seguir caminos correctos, inteligentes, eficaces y que nos beneficien a todos. Por más que las previsiones fiscales y de otro tipo sigan siendo nefastas, les recuerdo que no se trata de que no tengamos suficiente dinero. Este es un mundo con USD 1.540 billones –repito, "1.540 billones"– en activos. El verdadero problema es dónde se gasta el dinero y quién lo gasta, y quién se beneficia y quién no.
- Lamentablemente, incluso hoy, en medio de crisis, muchas opciones de gastos siguen dependiendo de la vieja lógica de beneficios a corto plazo en la que con frecuencia el ganador se lo lleva todo. Esto es ignorar la realidad. Significa que estamos recortando los presupuestos públicos cuando realmente necesitamos invertir en protección y prevención para que las personas puedan sobrevivir a los riesgos. El resultado es responder a las crisis sin invertir en el desarrollo para resolverlas. Se socavan los compromisos multilaterales, cuyo costo se mide en vidas humanas, así como en la pérdida de confianza y buena voluntad, lo que agrava las ya agudas preocupaciones mundiales.
- No es de extrañar que una parte sin precedentes de personas se sientan inseguras. O que los niveles de confianza en los demás sean más bajos que nunca. Esto sucede incluso cuando sabemos que el desarrollo en general ha avanzado en muchas partes del mundo. Debemos recordar cuánto se ha conseguido. Pero también, cuánto desequilibrio persiste, generando turbulencias que desestabilizan a todas las personas. Como las decisiones sobre gastos refuerzan estos patrones en lugar de corregirlos, las personas se ven obligadas a tomar decisiones complicadas o a quedarse sin opciones.
- Creo que podemos evitar más catástrofes y resolver nuestro complejo de incertidumbre antes de que sea demasiado tarde. Pero solo si estamos a la altura de las circunstancias y nos aseguramos de que todas las fuentes de financiación tienen por objeto un desarrollo que sea inclusivo y sostenible, y que minimice las incertidumbres y los riesgos. En casi 100 países, el PNUD ya está mostrando soluciones prácticas para replantear y reorientar miles de millones de dólares, ayudando a poner el desarrollo en la senda correcta, para siempre.
DESENCADENAR CAMBIOS SISTÉMICOS - La financiación es el núcleo del Plan Estratégico 2022-2025 del PNUD. Hemos establecido el objetivo ambicioso pero alcanzable de que los Gobiernos, las entidades de las Naciones Unidas, las instituciones financieras internacionales y las empresas privadas asignen USD 1 billón a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto está en consonancia con una evaluación del desempeño de 2021 que nos exhortó a cumplir una función firme y estratégica en la determinación de las políticas de financiación para el desarrollo.
- En marco de nuestro Plan Estratégico sobre una organización inteligente para el futuro del desarrollo, el PNUD ofrece una experiencia cada vez más compleja e innovadora en materia de financiación para el desarrollo. Y hemos establecido una plataforma creciente de intervenciones probadas y listas para ser ampliadas. Todas nuestras soluciones se basan en nuestros principios y en nuestro papel como organización multilateral en la que todos confían y en cuya labor se implican.
- Nuestra visión es transformar las opciones de financiación locales y globales para que funcionen para las personas y el planeta en general, no solo para unas pocas personas o lugares seleccionados. Para ello, buscamos ejercer presión en puntos que desencadenen cambios en los sistemas de financiación para el desarrollo, públicos y privados. Esos puntos de presión incluyen algunos que impulsan una transición de la “búsqueda de beneficios” a los “beneficios con un propósito”.
- Estos cambios pueden ajustar mejor la financiación para el desarrollo a las demandas nacionales, reducir múltiples fuentes de riesgo e incertidumbre y gestionar la interacción de la dinámica local y global. ¿Cómo? Describiré cuatro formas en las que el PNUD está trabajando con los países y la comunidad internacional para encontrar el camino a seguir.
PONER EL DINERO AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y DEL PLANETA - En el momento actual, la justificación de los marcos de financiamiento nacional integrados está más clara que nunca. Los marcos estructuran todas las fuentes de financiación para el desarrollo a fin de que colaboren en la limitación de riesgos, la cobertura de carencias y la consecución de los ODS. Es igualmente importante que los marcos exigen que las instancias decisorias sobre finanzas colaboren de nuevas maneras. Los funcionarios de los ministerios de finanzas coordinan su labor con la del personal de otros sectores del Gobierno, el mundo empresarial, la sociedad civil, las instituciones financieras internacionales y las Naciones Unidas. Esto contribuye a crear capacidad institucional y a mejorar la calidad de la gobernanza mediante una mejor planificación y gestión.
- El PNUD trabaja ahora con 86 países en desarrollo en el establecimiento de los marcos. Tan solo en el último año, estos han identificado 250 reformas políticas inmediatas. Como resultado, 51 países han tomado la decisión de ajustar el gasto público a los objetivos nacionales de desarrollo sostenible, como Guatemala, que está invirtiendo en una campaña nacional de fomento de la nutrición. Treinta y cuatro países están adoptando medidas relacionadas con instrumentos de la deuda alineados con los ODS, obteniendo nuevo capital o reestructurando la deuda existente. Veintitrés países están reformando la recaudación de los ingresos nacionales. Kirguistán ha vinculado los incentivos fiscales por un valor de alrededor del 5 % del producto interno bruto (PIB) a las metas de desarrollo sostenible.
- Veinticinco países están impulsando reformas relacionadas con la banca comercial, los mercados de capitales, los seguros, las tecnologías financieras y las finanzas digitales, y la financiación para las pequeñas empresas. Bangladesh, por ejemplo, evaluó el potencial de la financiación digital de los ODS y creó una plataforma que conecta a inversores y empresas. Veintisiete países están impulsando la financiación combinada, como Mongolia, con un proyecto de ley que mejora la financiación privada en las alianzas público-privadas.
- Los marcos se basan en la colaboración entre más de 17 entidades de las Naciones Unidas, la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, con el liderazgo político de los Coordinadores Residentes a nivel de los países. Recaen en el ámbito de los ministros de finanzas y en algunos casos de las oficinas de los Jefes de Estado o de Gobierno.
- El PNUD también colabora activamente con entidades de las Naciones Unidas y socios clave a fin de seguir impulsando la Hoja de Ruta del Secretario General para la Financiación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Como parte de estas iniciativas, en 80 países el PNUD está ayudando a alinear al menos USD 500.000 millones en finanzas públicas con los ODS, utilizando herramientas como las clasificaciones presupuestarias basadas en los ODS. Estas medidas han mejorado la transparencia, fortalecido los vínculos entre el gasto y las prioridades de los ODS e impulsado la vigilancia parlamentaria. En Filipinas, el Gobierno puede aplicar ahora el etiquetado presupuestario basado en los ODS para hacer el seguimiento y la vigilancia del gasto en los objetivos mundiales.
- En la región árabe, el PNUD se asoció con la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) a fin de realizar un análisis de vanguardia basado en una medición innovadora de gasto social alineada con los ODS. Un nuevo informe proporciona algunas de las primeras pruebas concretas de la región sobre la notable insuficiencia de inversiones en ámbitos como la igualdad de género, y la ineficiencia en otras, como los subsidios a los combustibles fósiles. Esto abre las puertas a un gasto más inteligente que puede no implicar más dinero, sino asignar la financiación a los lugares correctos.
- En un momento en que los Gobiernos de todo el mundo se enfrentan a duras decisiones fiscales durante la recesión económica, recientemente el PNUD ha reunido pruebas cuantificables y en tiempo real del valor de las transferencias en efectivo selectivas para amortiguar los golpes frente a otras alternativas, como los subsidios generales a la energía. Hemos documentado la forma en que más de la mitad de los beneficios de los subsidios a los combustibles fósiles que, según las previsiones, superarán los USD 605.000 millones en 2022, recaerán en el 20 % más rico de la población, aunque las emisiones de carbono sigan aumentando. Si se invierten las mismas cantidades en transferencias en efectivo selectivas, se logrará mucho más para mitigar la pobreza, reducir la desigualdad y disminuir los riesgos climáticos. De modo que, Excelencias, este es un ejemplo no solo de una opción "para el bien", sino de una opción inteligente.
- A nivel mundial, dos de los principales foros sobre cuestiones financieras y económicas, el G20 y APEC (Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico), han encomendado al PNUD que ayude a definir las hojas de ruta de las finanzas sostenibles. Estas enmarcan las iniciativas actuales y futuras de 29 economías importantes para acelerar las opciones de políticas financieras, fiscales y económicas que se ajustan a los ODS.
- En América Latina, el PNUD ha tomado los principios de financiación sostenible acordados por el G20 para trabajar con varios bancos multilaterales de desarrollo, la comisión económica regional, entidades del sistema de las Naciones Unidas y un foro de ministros de medio ambiente para formular taxonomías de financiación sostenible. Estas clasifican las actividades industriales para que las instancias normativas puedan ver los flujos y las existencias de capital en función de su impacto social y ambiental. De este modo, se comprenden mejor los riesgos potenciales, la forma de gestionarlos y las vías más rápidas para alcanzar el desarrollo sostenible.
ADOPTAR UNA PERSPECTIVA DE MÁS LARGO PLAZO ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE - Las opciones de financiación deben responder a las necesidades actuales, sin descuidar el futuro. No deberíamos dejar de invertir en la acción climática, por ejemplo, o en servicios de salud y educación que determinarán el bienestar de las generaciones futuras.
- Para gestionar mejor la transición del corto al largo plazo, el PNUD ayuda a un número cada vez mayor de países a utilizar marcos de financiamiento nacional integrados para orientar las inversiones en sus planes nacionales de acción climática, o Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (CDN). El Gabón, por ejemplo, está apoyando la transición de una economía marrón basada en la extracción, a un modelo económico más verde mediante su marco de financiamiento. No es un camino fácil para un país que ha logrado un fuerte crecimiento económico gracias a la producción de petróleo. De hecho, es una opción valiente. El Gabón está preparando un impuesto verde, que incluye el carbono y el uso de tecnologías de alto consumo energético, junto con incentivos para las inversiones verdes e instrumentos de financiación verdes, como los bonos ambientales y sociales.
- Al ser la principal oferta mundial de apoyo a las CDN, la iniciativa Climate Promise del PNUD ha comprobado que el mayor obstáculo para la aplicación es la financiación. Los países en desarrollo no deberían tomar las decisiones correctas en relación con un tema tan trascendental para el mundo y luego no poder pagarlas. El PNUD trabaja con 87 países para recabar recursos, aunque sigue siendo imperativo que los Gobiernos donantes cumplan los compromisos internacionales sobre la financiación relacionada con el clima. Una posibilidad inmediata de aumentar la inversión sería demostrar los elementos más prometedores de las CDN.
- Entre las soluciones que ya están aplicándose se encuentra la colaboración del PNUD con Indonesia para preparar su Marco Fiscal para el Cambio Climático, con una reserva de proyectos públicos financiados mediante el sukuk verde, un tipo de bono islámico. Estudios detallados sobre impuestos e incentivos ambientales están respaldando iniciativas para movilizar nuevas fuentes de financiación. Indonesia también está elaborando un sistema de etiquetado del presupuesto para el clima, con el fin de determinar la adecuación del gasto a los objetivos climáticos. En Chile, el etiquetado del presupuesto para el clima y el análisis de la relación costo-beneficio respecto del clima son ahora obligatorios para todas las entidades gubernamentales que presentan informes en virtud de la Ley de Presupuestos.
- En 2021 el Fondo Verde para el Clima (GCF) mejoró la acreditación del PNUD. Trabajamos con países en 95 iniciativas por valor de casi USD 240 millones. Un proyecto en Egipto, por ejemplo, ha combinado USD 31,4 millones de financiación de GCF con recursos nacionales para construir sistemas de protección costera basados en la naturaleza que evitan las inundaciones en el delta del Nilo. Estos sistemas protegerán a casi 800.000 personas en la zona costera y a 18 millones en las comunidades del interior. Con USD 25 de GCF USD y 15 millones de cofinanciación gubernamental, el Sudán está impulsando planes de adaptación de sus CDN para mejorar los sistemas de alerta temprana y proteger a los agricultores y las comunidades nómadas contra las sequías. Los beneficios, medidos en suministros de alimentos y medios de vida más seguros, llegarán a 1,2 millones de personas en nueve estados.
- En el nuevo Plan Estratégico, el PNUD estableció la visión de ampliar el acceso a la energía limpia a 500 millones de personas. Mediante la Iniciativa de Bonos Climáticos y junto al Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), hemos reunido los mejores conocimientos actuales sobre agregación financiera, una forma de financiación rápida para proyectos de energía renovable en pequeña escala en los países en desarrollo. Su promesa ha sido reconocida, pero el PNUD impulsó un proceso para definir exactamente la forma en que los países en desarrollo pueden dominar su complejidad y aprovecharla en su beneficio.
- En todo el mundo, a través de los proyectos de GCF, hasta ahora el PNUD ha prestado apoyo a 58 países para la movilización de USD 318 millones de financiación basada en subvenciones para instalar o rehabilitar más de 8.000 megavatios de fuentes de energía renovable o de bajas emisiones, mejorando el acceso y la eficiencia. Hemos acompañado al Uruguay en su logro de una encomiable cuota del 97 % de energía renovable en su generación de electricidad. Esto comenzó con una inversión inicial del FMAM en un programa de energía eólica del PNUD. A lo largo de una década, el proceso ha atraído USD 2.000 millones de inversión privada y ha creado 4.400 empleos verdes. El PNUD apoya ahora la transición del Uruguay a la movilidad eléctrica mediante un cambio audaz de subsidios, utilizando fondos que antes se destinaban a combustible diésel para cubrir la diferencia de costo entre los autobuses eléctricos y los que tienen motores diésel.
PROTEGER CONTRA LOS RIESGOS Y PREVENIR LA INSEGURIDAD - Excelencias, invertir en la protección contra riesgos es la única manera de salir de un mundo en el que se agudiza la desigualdad y se agrava la inseguridad. Sabemos que esta inversión es rentable. Aumentar la inserción de los seguros en tan solo un 1 % puede reducir la carga fiscal de la recuperación de desastres hasta en un 22 %, por ejemplo. Los países en desarrollo que han invertido en la reducción del riesgo de desastres han registrado una disminución drástica del número de muertes, un rendimiento que va más allá del precio. Una protección social completa ofrece beneficios económicos, crea nuevos puestos de trabajo, atrae más impuestos, reduce la pobreza y elimina los obstáculos para que las mujeres trabajen. Sin embargo, la mitad de la humanidad carece de ella y una quinta parte solo tiene una cobertura parcial.
- Una consecuencia notable de la pandemia fue facilitar la inversión rápida y de gran escala en protección social. Se convirtió en una prueba en tiempo real de innovaciones viables y asequibles, como los registros digitales, que en muchos países estuvieron encabezadas por el PNUD. Aprovechando este impulso, el PNUD, junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), está ayudando a 88 países a diseñar e invertir en la mejora de los sistemas de protección social. En Sudáfrica, con un sistema relativamente fuerte que aún no llega a la mayoría de los trabajadores informales, el PNUD está ensayando nuevos modelos para beneficiarlos. En Camboya, asesoramos al Gobierno sobre un plan de transferencias en efectivo que representa una tabla de salvación para 700.000 hogares pobres y vulnerables durante la pandemia. Como base para futuras inversiones, también elaboramos modelos macroeconómicos que mostraban que el programa estimulaba el crecimiento del PIB en medio punto en 2020 y 2021, al tiempo que reducía la pobreza y el desempleo. El Ministerio de Economía y Finanzas de Camboya se refirió a estos datos como "la cristalización del papel de la asistencia social".
- En todo el mundo, el PNUD encabeza la orientación de los seguros a las personas que no se han beneficiado hasta ahora de ellos. Nuestro Mecanismo de Financiación de Seguros y Riesgos supone una alianza público-privada única con el Foro para el Desarrollo de los Seguros, el Gobierno alemán y diez de las mayores aseguradoras del mundo. Ya está funcionando en Argelia, México, Colombia, Ghana, la India, Indonesia, Uganda, la República Unida de Tanzanía y Uzbekistán, y tiene previsto llegar a más de 50 países en desarrollo y proteger a 500 millones de personas pobres y vulnerables para 2025.
- El Mecanismo está preparando nuevos productos de seguros adaptados a las diferentes demandas de los países en desarrollo. Igualmente importante, contribuye a crear sistemas para que los seguros y la financiación del riesgo ocupen un lugar central en la planificación del desarrollo, incluso mediante su integración en las estrategias nacionales de desarrollo y clima. En Ghana, país muy propenso a las inundaciones, por ejemplo, el PNUD está trabajando con Allianz y Swiss Re, miembros del Foro para el Desarrollo de los Seguros, en la búsqueda de soluciones de seguros que ofrezcan pagos más rápidos a los residentes urbanos pobres afectados por las inundaciones. También estamos aumentando la capacidad de respuesta a los desastres mediante mejores datos, análisis de riesgos y protocolos para emergencias.
- Una protección más profunda y duradera contra el riesgo proviene de invertir en un desarrollo que anticipe y elimine las causas de la inseguridad. Por este motivo, Fiji aprobó el año pasado legislación innovadora que exige que se tengan en cuenta y se aborden los riesgos climáticos y de desastres en todas las presentaciones presupuestarias, adaptando de hecho toda la estructura de las finanzas públicas al riesgo. El PNUD apoyó este proceso, consciente de que los proyectos climáticos puntuales en un pequeño Estado insular en desarrollo son como "sacar agua de una canoa llena de agujeros con un cubo". También estamos probando cómo funciona en la práctica la protección contra el riesgo, a nivel local, proporcionando fondos a los municipios para que sufraguen los costos adicionales de medidas como el soterramiento de las líneas eléctricas. El objetivo más amplio es pasar de una cultura de reacción a una de prevención. En esencia, Fiji está mostrando la dirección que el mundo entero debe tomar.
- El PNUD ha promovido el poder de las herramientas digitales, cada vez más eficaces en función de los costos, para el desarrollo, junto con los ecosistemas de innovación que las inspiran e impulsan. La agricultura de precisión es un buen ejemplo. Combina múltiples flujos de datos, procedentes de teléfonos móviles, drones, el Internet de las cosas, entre otros, para ayudar a los agricultores a tomar mejores decisiones sobre qué y dónde plantar. En Nigeria, en la intersección entre la urbanización y el crecimiento de la población por un lado y la inseguridad alimentaria y el cambio climático por el otro, una joven innovadora utilizó estas técnicas para ayudar a los agricultores a aumentar el rendimiento un 20 % y reducir el desperdicio un 38 %. El Centro Global de Tecnología, Innovación y Desarrollo Sostenible del PNUD en Singapur reveló esta prometedora práctica y le proporcionó financiación catalizadora y orientación sobre su ampliación. La iniciativa se ha replicado en Kenya y abarca a más de 1.000 agricultores, lo que demuestra el poder de la cooperación Sur-Sur.
INVERTIR EN EL DESARROLLO PARA RESOLVER Y PREVENIR LAS CRISIS - Pasar de una crisis a otra sin abordar las causas profundas del desarrollo no puede responder a la escala de las crisis en el mundo actual ni a los retos del complejo de incertidumbre global. Entonces, ¿por qué seguimos invirtiendo en formas que sugieren que sí puede? Excelencias, hemos tomado muchas decisiones de financiación erróneas relacionadas con las crisis, incluso ahora, a pesar de las abundantes pruebas que demuestran que debemos hacer algo distinto. Unos 1.200 millones de personas viven en zonas afectadas por conflictos. No por casualidad, el desarrollo humano mundial ha retrocedido por primera vez desde 1990. Nadie es inmune a las crisis: tan solo el conflicto de Ucrania ha dejado al menos a 74 países vulnerables al aumento de los costos de los alimentos, la energía y los fertilizantes.
- En muchas partes de nuestro mundo se está produciendo un fenómeno de alejamiento y repliegue, una peligrosa ilusión. Las decisiones de aumentar el gasto militar y desinvertir en el desarrollo, por ejemplo, solo conducirán a una comunidad mundial más fracturada que será más pobre, menos innovadora y más propensa a los conflictos. Ante el contagio de las crisis y la inseguridad, es difícil ver cómo, en cualquier parte, el freno del progreso en la reducción de la pobreza mundial sirve a los intereses nacionales. El desarrollo es a la vez la única solución duradera a las crisis y el mejor medio para prevenirlas.
- En este momento, la prevención de más crisis depende en gran medida de que se garantice una recuperación económica mundial justa e inclusiva que revierta el bajo crecimiento y la alta inflación. Los países que se enfrentan a condiciones fiscales más estrictas y a costos de endeudamiento más elevados, así como a una escalada de los riesgos climáticos, necesitan una consideración especial, razón por la cual el reciente informe del PNUD sobre el costo de vida pedía una moratoria temporal de la deuda. Una vez que se produce una crisis, no hay duda de que la acción humanitaria rápida salva vidas y encarna la solidaridad humana. Pero no debería tratarse como una solución singular o permanente a la fragilidad humana.
- Desde el Afganistán hasta el Sahel, el PNUD ha demostrado el imperativo y la eficacia práctica de invertir en el desarrollo en medio de las consecuencias devastadoras de una crisis. En Ucrania, como parte del equipo de las Naciones Unidas, hemos contribuido a asegurar la complementación de las intervenciones humanitarias, de desarrollo y de la paz, y desde el principio hemos procurado encontrar respuestas del desarrollo para preservar los logros y preparar la recuperación. Nuestra inversión en la ampliación de la digitalización de los servicios esenciales ha salvado y estabilizado vidas mediante la tramitación de más de medio millón de solicitudes de alojamiento de emergencia y de prestaciones de subsistencia. También apoyamos la evaluación de los daños producidos por la guerra y la coordinación de las iniciativas de reconstrucción y recuperación. La alianza con el Gobierno está encarando la insidiosa amenaza de las municiones sin detonar, las minas terrestres y las municiones en racimo.
- El costo de la reconstrucción de Ucrania tras la guerra se acerca a los USD 750.000 millones. La Conferencia para la Recuperación de Ucrania, celebrada el mes pasado en Lugano, ha comenzado a dar forma a un nuevo Plan Marshall con un enfoque que el PNUD acoge con satisfacción, pues refleja en gran medida nuestra experiencia en materia de desarrollo en situaciones de crisis. Al sentar las bases de la recuperación social y económica de Ucrania junto con la respuesta humanitaria, el plan pretende preservar los logros del desarrollo del país que tanto han costado conseguir. La recuperación debería garantizar que Ucrania avance hacia un futuro ecológico, justo, inclusivo, digital y sostenible.
- Excelencias, poner fin a las crisis es por nuestro bien común y debería ser nuestro objetivo común. Tomemos decisiones que respondan de forma realista a una visión más amplia. No deberíamos suspender ni retrasar las actividades e inversiones en materia de desarrollo, sino llevarlas a cabo directamente con las comunidades afectadas, de forma rápida y a gran escala, para que las personas puedan volver a valerse por sí mismas con dignidad y capacidad de actuar.
RESTABLECER LAS ALIANZAS DESTINADAS A LA FINANCIACIÓN PARA EL DESARROLLO - Entre los primeros avances del PNUD en virtud de nuestro nuevo Plan Estratégico, una de las principales prioridades es profundizar las colaboraciones que puedan reorientar rápidamente las decisiones sobre las finanzas y las economías en general. Nuestras alianzas con las instituciones de financiación para el desarrollo, nacionales e internacionales, y el sector privado están aportando más dinero a los países en desarrollo en función de sus prioridades, más equidad a los sistemas de acceso a las finanzas y mejor alineación con el desarrollo sostenible y la resolución de las inseguridades humanas. La asistencia oficial para el desarrollo desempeña un papel fundamental en el aprovechamiento de ambos tipos de alianzas y de los recursos que pueden liberar.
- Los marcos de financiamiento nacional integrados respaldados por el PNUD ya se han convertido en un eje de las alianzas, en las que participan el Banco Mundial en 44 países y el FMI en 29. Se trata de una colaboración natural y muy productiva. Por ejemplo, el PNUD aporta sus conocimientos técnicos sobre la presupuestación para los ODS y el Banco Mundial sus profundos conocimientos sobre la buena gestión de las finanzas públicas. Esto significa que los procesos fiscales se ajustan a los principios del desarrollo sostenible y a una contabilidad y una fiscalización sólidas.
- Mientras que el FMI lidera una nueva manera de pensar a nivel mundial sobre cómo estructurar los códigos tributarios, los expertos del PNUD están ayudando a definir los incentivos fiscales que mejor funcionan para los ODS. Estamos aprovechando experiencias como nuestra Iniciativa de Inspectores Fiscales Sin Fronteras, una alianza a largo plazo con la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos que ha liberado USD 1.600 millones adicionales en impuestos desde 2016. En Nigeria, la colaboración con el FMI en torno al marco de financiamiento nacional integrado ha ajustado las conexiones entre el gasto público, los planes fiscales y la consecución de los ODS.
- También estamos empezando a lograr cambios en los países en desarrollo que se enfrentan a una recesión económica y a altos niveles de deuda. La colaboración de las instancias normativas nacionales, las empresas privadas y las instituciones de financiación para el desarrollo ha aportado nuevas ideas sobre los tipos de canje de deuda, las emisiones de bonos y otros instrumentos adecuados para que los países en desarrollo sostengan las inversiones en los ODS. En 2021, Uzbekistán se convirtió en el primer país de su región en emitir un bono soberano para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, por USD 870 millones. Ese bono, ofrecido en la Bolsa de Londres, fue emitido por el Gobierno con el apoyo de Bankers Without Boundaries, una asociación sin fines de lucro formada por antiguos banqueros de inversión y establecida por el PNUD. Ayudamos a Cabo Verde a crear la primera plataforma de financiación sostenible de la "economía azul" del mundo y a emitir su primer bono social "agrupado" en el que participan 22 municipios. La República Democrática Popular Lao es uno de los países que trabajan con expertos del PNUD para evaluar los canjes de deuda por medidas de protección ambiental.
- Las instituciones de financiación para el desarrollo, las empresas, los emisores de bonos y los fondos de capital privado han comenzado a aplicar las Normas de Impacto de los ODS del PNUD, las primeras y únicas normas mundiales de gestión de la sostenibilidad. El Nuevo Banco de Desarrollo se convirtió en 2021 en el primer banco multilateral de desarrollo en aplicar las Normas a un bono vinculado a los ODS por valor de USD 750 millones. La agencia de calificación más importante del Japón, Rating and Investment Information, Inc., ha aplicado las Normas para evaluar la adecuación a los ODS de los planes municipales de la ciudad de Kobe (Japón).
- Recientemente tuve el placer de unirme a líderes políticos y empresariales del Japón para poner en marcha un curso de formación, el primero de su tipo, sobre las Normas, una oportunidad para que todas las empresas, grandes y pequeñas, adquieran conocimientos y herramientas que les impulsen a participar en la consecución de los ODS. A nivel mundial, el PNUD está a punto de poner en marcha el Sello de Impacto de los ODS para acreditar la adopción de las Normas, junto con un Marco de Aseguramiento de los ODS para realizar evaluaciones rigurosas e independientes. Ambos evitarán el lavado de imagen verde e impulsarán la credibilidad del mercado.
- El PNUD también está colaborando con las empresas en la búsqueda de los mejores lugares para invertir en los ODS, información que no está disponible en ningún otro lugar. Nuestra asociación con la Global Investors for Sustainable Development Alliance ha ayudado a elaborar 26 mapas de oportunidades de inversión para los ODS, y se están preparando otros 15. Hasta ahora, los mapas han identificado más de 500 oportunidades de inversión alineadas con los Objetivos Mundiales, las prioridades de los gobiernos y la demanda del mercado. Las empresas están aprovechando las nuevas oportunidades señaladas en los mapas; por ejemplo, dos empresas que utilizaron los conocimientos sobre 22 zonas críticas de inversión para los ODS en Colombia con el fin de obtener una financiación por valor de USD 500 millones del mayor banco de América Latina, Bancolombia.
- A través de la iniciativa Climate Promise del PNUD, el 95 % de los planes de acción climática revisados incluyen la divulgación al sector privado. En el Perú, el PNUD ha colaborado con la Alianza para la Preparación de los Mercados del Banco Mundial en materia de fijación de precios del carbono. Un sistema de vigilancia de la mitigación ayudó al Perú a lograr el primer acuerdo de compensación de las emisiones de carbono del mundo en virtud del artículo 6 del Acuerdo de París; más de 700 empresas están ahora registradas para participar en la plataforma de la huella de carbono del sistema.
- El PNUD está llegando a una nueva generación de líderes empresariales para cultivar una mentalidad renovadora de "rendimiento más principios", entre otras cosas mediante la colaboración con la Universidad de Duke y la escuela de administración de la Universidad de Cambridge. También hemos demostrado este enfoque en la práctica, por ejemplo mediante una alianza con el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Capitalización destinada a desarrollar nuevos modelos bancarios en el Pacífico. Estos propugnan la igualdad de género y respetan a las mujeres como clientes fundamentales de las instituciones financieras y han facilitado el acceso de unos 1,3 millones de mujeres a servicios financieros. Los bancos centrales han integrado en las estrategias nacionales de inclusión financiera objetivos con plazos definidos para aumentar el acceso de las mujeres a los servicios financieros.
DE MILLONES A MILES DE MILLONES GRACIAS A UN DINERO “MEJOR” - Excelencias, los resultados que acabo de describir demuestran cómo el PNUD está provocando cambios en la financiación para el desarrollo. Todo lo que hacemos responde a las demandas nacionales de soluciones prácticas en medio de crisis y situaciones de riesgo y respeta nuestros valores fundamentales como organización multilateral comprometida con los ODS.
- Las medidas que hemos tomado en materia de presupuestos, financiación del clima, deuda y otras cuestiones ya acumulan miles de millones de dólares en financiación pública y privada. Estamos a punto de conseguir miles de millones más. En este sentido, quiero subrayar que el PNUD ha hecho esto mediante el apalancamiento de los recursos existentes, lo que por intervención en programas asciende a millones y a menudo mucho menos. Básicamente, nuestro rendimiento de la inversión se multiplica con creces a corto plazo, y más aún con el tiempo, a medida que las crisis retroceden y se arraigan sociedades más justas y desarrolladas. El PNUD no es una institución financiera internacional. Sin embargo, al desempeñar distintas funciones como catalizador, asesor, convocador, acelerador y reductor del riesgo de las inversiones, permitimos cambios significativos en la financiación pública y privada para el desarrollo sostenible.
- De manera constante, el PNUD ha demostrado en repetidas ocasiones que es un administrador de sus recursos que rinde cuentas, altamente responsable y basado en principios. En 2021, gastamos USD 4.700 millones de recursos de los programas, el nivel más alto de los dos últimos planes estratégicos. Seguimos mejorando nuestro coeficiente de eficiencia, equilibramos el presupuesto por quinto año consecutivo y seguimos estando entre las organizaciones más transparentes de las Naciones Unidas.
- En los primeros meses de nuestro nuevo Plan Estratégico sobre una organización inteligente para el futuro del desarrollo, el PNUD ha avanzado rápidamente en el diseño de una gestión del riesgo aún más sofisticada. Hemos racionalizado las plataformas digitales para perfeccionar aún más las operaciones, desde las adquisiciones hasta los informes de resultados y la gestión de los donantes. Nuestras plataformas establecerán un nuevo modelo para la toma de decisiones en materia de desarrollo basada en los datos, vinculando los datos operativos y de los programas, y generando los conocimientos más profundos necesarios para gestionar la complejidad y la incertidumbre.
- Nuestra colaboración ampliada con el sector privado se basa en la innovación y está respaldada por una sólida gestión del riesgo. Incluye enfoques adaptados a los contextos frágiles y afectados por las crisis y a la colaboración con categorías específicas de empresas, como las empresas tecnológicas y las pequeñas y medianas empresas. En nuestra labor con las instituciones financieras internacionales, contamos con un equipo especializado que agiliza nuestras políticas y procedimientos y mejora los sistemas de presentación de informes para identificar los puntos de colaboración de mayor impacto. Al mismo tiempo, estamos profundizando los conocimientos técnicos internos a través de nuestra Academia de Finanzas para los ODS, que imparte formación en las cinco regiones sobre la evaluación y el aprovechamiento de los fondos públicos y privados en favor del impacto de los ODS.
- En el marco del Pacto de Financiación, como se muestra en el informe que tienen hoy ante ustedes, el PNUD ha cumplido el 94 % de sus propios compromisos de financiación. Agradecemos a nuestros donantes y asociados permanentes, que hacen posible nuestros resultados.
- Sin embargo, los Estados Miembros solo han cumplido el 33 % de sus compromisos con el Pacto de Financiación. En 2021, vimos que los recursos ordinarios disminuyeron un 7 % hasta alcanzar el 12 % de la financiación total. El número de contribuyentes a los recursos ordinarios se redujo, al igual que la proporción de fondos aportados en virtud de acuerdos plurianuales previsibles. En 2022, asistimos a nuevos recortes en la financiación básica y a decisiones injustificables, como la de desplazar la ayuda destinada a los países pobres para responder a la crisis de los refugiados en los países donantes. Los fondos para la ayuda humanitaria y la inversión en el desarrollo son insuficientes porque hemos desvinculado el desarrollo de la crisis.
- Excelencias, permítanme subrayar que más allá de los numerosos ejemplos de resultados de alto impacto del PNUD en materia de financiación para el desarrollo que he compartido hoy, también podemos demostrar logros similares de gran alcance en todas las soluciones emblemáticas de nuestro Plan Estratégico. Este año, el PNUD ya está en vías de hacer realidad puestos de trabajo y servicios para millones de personas, ampliar las soluciones duraderas para millones de desplazados, seguir desplegando cientos de sistemas de servicios digitales y ayudar a decenas de países en desarrollo de todas las partes del mundo a que sigan centrándose en los ODS y la acción climática mediante la planificación nacional y una gobernanza eficaz.
- Sin embargo, estamos haciendo todo esto con una financiación que sigue estando muy fragmentada y que tiene altos costos de transacción. Estas limitaciones no pueden racionalizarse en un momento de necesidades acuciantes y de consecuencias radicales por la inacción. Una financiación deficiente se cobra un enorme precio en vidas humanas, una inseguridad generalizada, la pérdida de confianza y la erosión de los bienes comunes globales. No hay mejor ejemplo reciente que el de la República Democrática del Congo. Se trata de uno de los países más inseguros y subdesarrollados que ha abierto a la extracción de combustibles fósiles una de las franjas de pluviselva más valiosas que quedan en el mundo, porque necesita desesperadamente financiación y no se han cumplido los compromisos del pasado.
- Corrijamos este error ya mismo. Francamente, necesitamos un dinero mejor, para los países en desarrollo y para que el PNUD los ayude como organización de desarrollo preeminente en el mundo. Un dinero mejor defiende los valores y objetivos universales, no los estrechos intereses del momento. Un dinero mejor cumple los compromisos y consolida alianzas duraderas y constructivas, dentro y fuera del sistema de las Naciones Unidas. Un dinero mejor financia los mejores conocimientos técnicos del mundo y las carteras de intervenciones integradas que están mejor posicionadas para garantizar que todas las personas vivan con dignidad, seguridad y paz.
- "Dinero mejor" es un término sencillo. Pero muestra la dirección que debemos tomar en un mundo complejo, una dirección que han afirmado múltiples evaluadores, como la MOPAN y la Oficina de Evaluación Independiente, y muchas de las personas presentes en esta sala. El dinero mejor también consagra los principios internacionales centrales acordados en la Agenda de Acción de Addis Abeba y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
UNA OPORTUNIDAD Y UNA ELECCIÓN PARA DAR UN PASO ADELANTE - Excelencias, en este momento podría ser tentador dar un paso atrás. Sin embargo, mientras millones de personas caen en la pobreza, en medio de furiosos conflictos, el hambre y las enfermedades, y las vulnerabilidades crónicas producidas por la discriminación de género y de otros tipos, debemos dar un paso adelante, por una cuestión de sentido común. Un mundo más hambriento, más pobre y más desesperado no es mejor, ni más seguro ni más justo para nadie.
- Lo que hacemos en el PNUD, lo que ustedes hacen en sus capitales, cómo trabajamos juntos, todo importa. Ya hemos superado la cuestión mis problemas o sus problemas. Muchos de estos problemas ahora son "nuestros". La retórica debe ir al encuentro de la realidad. Y las soluciones deben llegar a muchas personas, rápidamente.
- Para ello, necesitamos un liderazgo inteligente y alianzas sólidas, así como el firme compromiso de aprovechar al máximo los recursos que tenemos, tanto públicos como privados. Trabajando en estrecha colaboración, entre otras cosas con y mediante un robusto sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo, podemos avanzar hacia un mundo de seguridad humana y desarrollo humano, de justicia y confianza, sabiendo que es el único camino que nos beneficia a todos. Esto también está en el centro de Nuestra Agenda Común del Secretario General y de sus propuestas para fortalecer el multilateralismo.
- No podemos volver a la vieja normalidad, debemos avanzar hacia una nueva. Juntos podemos mejorarla mientras tengamos la oportunidad. Y la posibilidad de elegir.