El mercado San Felipe Neri está lleno de historias y experiencias que nos cuentan sobre cambios en el tiempo y aprendizajes para los nuevos mercados periféricos del Municipio de Panamá
El Mercado San Felipe Neri, sus cambios y el futuro
15 de Noviembre de 2022
"Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias", dijo alguna vez Eduardo Galeano.
En el caso del Mercado San Felipe Neri, es cierto. Pensando en los mercados del futuro, a los vendedores y funcionarios del Mercado San Felipe Neri les embarga la memoria un sinfín de historias sobre lo que ha significado este mercado en el corazón de la Ciudad.
Para muchos que hemos nacido en Ciudad de Panamá, alguna vez hemos escuchado de algún familiar mayor sobre lo que era el Mercado San Felipe Neri en el Terraplén, de cómo los buses de Calle 12 le dejaban a una calle y se encontraba todo lo que uno necesitaba para poner el plato en la mesa.
Así nos contaba con nostalgia una vendedora del Neri, que aún vive en Santa Ana y cuenta cómo los domingos bajaban las personas de San Felipe, Santa Ana y El Chorrillo a comprar en el mercado, “era como si el Mercado caminara hacia ti.”
Sin embargo, con el tiempo el Mercado empezó a decaer al punto que se convirtió en un peligro para las personas que lo visitaban, y las personas que vendían en él.
En el 2017 el Municipio de Panamá inició remodelaciones y a finales del año 2020 el nuevo Mercado San Felipe Neri abrió sus puertas al público - pero ya no en el Terraplén, sino en la Avenida B en la entrada del Barrio Chino.
Aunque el antiguo Neri sigue palpitando en la memoria de funcionarios, vendedores y clientes que lo conocieron, “El Mercado que era, ya no existe” dice un vendedor. “Pero no es necesariamente malo” dice otro. En medio de las discusiones cotidianas sobre los cambios del mercado, las reflexiones de los vendedores nos invitan a pensar: en medio de tanta memoria, ¿Qué podemos aprender para futuro?
Las historias de las personas vendedoras del Mercado son diversas. En un taller junto a 12 personas del mercado compartimos sobre la vida en el mercado, sus rutinas diarias, preocupaciones y aspiraciones para diseñar soluciones considerando sus realidades y contextos – y nos compartieron aprendizajes importantes para diseñar mercados a “prueba de futuro”.
Tres aprendizajes
“Muchos vivíamos aquí mismo en Santa Ana” nos cuenta una vendedora, “ahora vivimos fuera del centro, pero siempre hemos vendido aquí.” Además, “de las personas que compran aquí, casi ninguna es de Santa Ana.” “El barrio ha cambiado y mucha de la gente que vivía aquí ya no está, se han ido” - concluye.
Sin embargo, más allá del mercado y su entorno, también están las realidades particulares que viven en el día a día las personas que venden en el mercado. Al hacer el ejercicio de compartir como se ve un día en la vida de cada una, la historia de Zulay, del área de fondas, resonó mucho con el resto de participantes.
Para ella, el trabajo en el Mercado no es tarea fácil. Su familia ha dedicado toda su vida a la venta en el mercado y es algo que hace con amor porque es parte de esa tradición familiar.
“Mi día inicia a las 2:00 AM, doy gracias a Dios por un día más y por mis hijos. Después de alistarme y dejar todo listo en casa, salgo a las 3:00 AM para empezar a preparar desayunos en el Mercado y vender hasta las 8:00 AM. Casi no hay tiempo de descansar, ya que después de vender desayunos, debo empezar a preparar almuerzos a las 9:00 AM, y a esa hora desayuno. Desde las 11:00 AM hasta las 2:00 PM sirvo almuerzo, luego limpio la fonda y voy hacia la terminal a tomar el bus para ir a mi casa en Arraiján. Llego a mi casa a eso de las 5:00 PM para conversar con sus hijos sobre el día y prepararles la cena. Antes de dormir, oro por todo lo que Dios me ha dado en el día y descanso entre las 7:00 PM y 2:00 AM – y así se me va el día"
La principal preocupación de Deyanira, similar al resto de las personas participantes, es la baja en las ventas del mercado y su seguridad por tener que salir muy temprano de su casa. Su principal aspiración es poder sostener a su familia, verla crecer y pasar más tiempo con ella.
Un segundo aprendizaje es que las personas que venden en el mercado y sus historias son claves en el diseño de soluciones. Por lo que es necesario entender, empatizar y construir soluciones que funcionen para sus realidades y contextos. No podemos hablar de economía circular, sin poner a las personas en el centro.
Un tercer aprendizaje es que un mercado público es tan relevante como lo pueda ser para las comunidades más inmediatas a su entorno.
“Los clientes que me generan dinero son los turistas y la gente que viene de restaurantes u otros lados”, nos cuenta una vendedora. “Casi nadie viene de por aquí.”
Uno de los aprendizajes más relevantes de este espacio de reflexión junto a personas arrendatarias del Mercado San Felipe Neri es que la principal clientela no son personas de los barrios que le rodean sino personas que vienen de otras zonas de Ciudad de Panamá.
¿Está preparado el MSFN para recibir al futuro?
El Mercado ha cambiado – y su entorno también. En medio de las discusiones surgieron preguntas sobre cómo el Neri puede seguir siendo parte de la memoria del barrio de Santa Ana y su gente. Las que estuvieron, las del hoy y las que vendrán.
Si un mercado está insertado en un contexto que está cambiando ¿Cómo se mantiene relevante en el tiempo? Y si este no renueva su relevancia, ¿cuál es su propósito en el futuro?
Al compartir más sobre estas reflexiones, surgió la curiosidad de explorar esta idea junto a personas del barrio de Santa Ana, lo cual nos llevó a una fase de mapeo comunitario para entender los factores que facilitan o limitan el acceso al mercado para las comunidades de su entorno. Y esta será la historia de nuestro próximo blog.
Este blog es parte de una serie de aprendizajes generados por el Laboratorio de Aceleración del PNUD junto a la Dirección de Mercados del Municipio de Panamá y ReInventa en el marco de la construcción de la Red de Mercados Municipales Periféricos (RMMP). Para conocer más sobre la metodología y el proceso, te invitamos a leer la publicación completa aquí.